Vecinos de Vícar tratan de agredir a Ana Julia a la salida del registro en su vivienda

Europa Press ALMERÍA

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Agentes de la Guardia Civil tuvieron que protegerla mientras los congregados la increpaban llamándola «asesina»

13 mar 2018 . Actualizado a las 00:11 h.

El traslado de Ana Julia Quezada, detenida por su implicación en la muerte del niño de 8 años Gabriel Cruz, al domicilio que compartía con el padre del pequeño en Vícar ha provocado un tumulto a las puertas del edificio que ha obligado a intervenir a los agentes que custodiaban a la mujer. El incidente se produjo a la salida de la vivienda, cuando los guardia civiles se disponían a introducirla en el vehículo. Varios vecinos han tratado entonces de agredir a la detenida al tiempo que la multitud congregada en el exterior le gritaba y la llamaba «asesina».

Con anterioridad a esta diligencia, la Guardia Civil trasladó a primera hora de la tarde a Ana Julia Quezada hasta una finca en la pedanía de Rodalquilar, en Níjar (Almería), para efectuar un registro. Fuentes de la investigación indicaron que la arrestada, de 43 años y pareja del padre del pequeño, Ángel Cruz, fue conducida en un furgón del Instituto Armado y llegó  a las 15.30 horas al mismo tiempo que la comitiva judicial encabezada por el juez instructor de la causa, el magistrado Rafael Soriano, quien ha decretado el secreto de las actuaciones.

El registro en la finca de Níjar se enmarca dentro de las pesquisas que están realizando los agentes de la Policía Judicial para reconstruir qué paso con Gabriel Cruz desde que se perdió su rastro el pasado día 27 en Las Hortichuelas y determinar si permaneció oculto en el interior de un pozo o aljibe hasta que la única sospechosa por el momento decidió el traslado de su cuerpo sin vida hasta el municipio de Vícar.

La finca, registrada después de que el informe preliminar de autopsia haya revelado que Gabriel falleció «por estrangulamiento» el mismo día de su desaparición, está vinculada a la familia del padre del menor y había estado en régimen de alquiler si bien «desde hace dos meses» no tenía arrendatario. La zona, situada a unos cinco kilómetros del punto donde se perdió el rastro del menor, habría sido objeto de investigación días antes del fatal desenlace.

Las mismas fuentes han asegurado que la detenida, que ha estado en dependencias de la Comandancia de Almería desde que la Guardia Civil interceptó el turismo de color gris que conducía con el cadáver del niño en el interior del maletero y envuelto en mantas, no habría prestado declaración aún ante los agentes encargados del caso a la espera de la práctica de esta y otras diligencias.

El registro ordenado por el Juzgado de Instrucción 5 de Almería ha coincidido temporalmente con el traslado de los restos mortales de Gabriel desde el Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería hasta la sede de la Diputación Provincial de Almería donde quedó instalada la capilla ardiente hasta su cierre para la celebración del funeral en la catedral a las 10.30 horas del martes.