Gina Haspel, una veterana espía que dirigió un centro de torturas

A. R. NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Durante la ofensiva posterior a los atentados del 11S fue la directora de una de las cárceles clandestinas de la CIA instalada en Tailandia. Ahora, podría ser la primera mujer al frente de la agencia en sus 70 años de historia

14 mar 2018 . Actualizado a las 08:16 h.

«Gina es una espía ejemplar y una devota patriota que aportará al cargo treinta años de experiencia profesional», dijo Mike Pompeo, el hasta ayer director de la agencia de espionaje estadounidense, de la mujer designada para sustituirle. La supuesta ejemplaridad de la veterana Gina Haspel es, sin embargo, cuestionada por su oscuro pasado repleto de capítulos relacionados con torturas a detenidos. Varios senadores, tanto demócratas como republicanos, ponen en duda su nominación. «Los antecedentes de la señora Haspel la hacen inadecuada para servir como directora de la CIA», manifestó el demócrata Ron Wyden.

Fue en febrero del 2017, tras ser nombrada subdirectora de la CIA, cuando el diario The Washington Post publicó un artículo en el que revelaba el papel destacado de la agente en un caso de torturas. Ocurrió durante la ofensiva posterior a los atentados del 11 de septiembre del 2001 cuando era la directora de una de las black sites -cárceles clandestinas- de la agencia instalada en Tailandia.

Dirigió y participó

«En ese centro por lo menos dos detenidos fueron sometidos al waterboarding (ahogamiento simulado)», reveló el diario. Fueron Abu Zubaida y Abd al Rahim al Nashiri, presuntos miembros de Al Qaida torturados en presencia de Haspel. Así lo señaló una investigación del Senado a pesar de que el material que registró las sesiones fue destruido en el 2005, de lo cual, también se responsabilizó a la entonces espía. La CNN incidía ayer en que algunos informes apuntan a que Haspel no solo dirigió dichas torturas, sino que incluso pudo haber participado en ellas. Acusaciones que no han frenado el espaldarazo de Trump, quien en múltiples ocasiones se ha mostrado a favor de la tortura en aras de la seguridad nacional.

A sus 61 años, Haspel tiene una dilatada trayectoria en inteligencia. Ha trabajado la mayor parte de su carrera como agente encubierto de la CIA en varios países desde su ingreso en 1984. También ostentó cargos como jefa de personal en el Centro Contraterrorista y subdirectora del Servicio Nacional Clandestino para la Inteligencia Extranjera.