Luisa Ortega: «Maduro no tiene el mayor poder»

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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JAIME SALDARRIAGA | reuters

«En Venezuela hay que hacer un cambio absoluto en la distribución de los poderes del Estado», afirma la ex fiscal general de Venezuela huida por el acoso del Gobierno

29 mar 2018 . Actualizado a las 08:22 h.

La ex fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, denunció hace un año la ruptura del orden constitucional de su país. Fue destituida de su cargo el pasado agosto por la chavista Asamblea Nacional Constituyente. Protagonizó una espectacular huida de Venezuela el pasado agosto y ahora reside en Colombia, donde reúne pruebas contra el Gobierno de su país. Ha denunciado a Nicolás Maduro y varios de sus ministros ante la Corte Penal Internacional por violaciones a los derechos humanos. Parte de la oposición la considera una inquisidora debido a su pasado oficialista. El chavismo, en cambio, la ve ahora como una «traidora corrupta» que actúa desde Bogotá.

-¿Tendrá difícil regresar al país, incluso si la oposición llega al poder?

-Yo salgo de Venezuela porque allí no había garantías de que se me respetara mi integridad, mi vida y mi dignidad. Tú oías a un ministro que decía «hay que irla a buscar, hay que irla a matar, hay que irla a encarcelar, hay que raparle la cabeza»… En un Estado de garantías democráticas y legales, yo estoy dispuesta a enfrentar cualquier situación. Ahora bien, si quienes están luchando por la libertad y el establecimiento del orden constitucional, tienen proyectado acciones iguales a las que tenemos ahora, nosotros no estamos resolviendo nada. En Venezuela hay que hacer un cambio absoluto, no solamente en la estructura mental, sino en el comportamiento y en lo que se refiere a toda la organización y a la distribución de los poderes del Estado. Hay que erradicar el odio. Hay que reivindicar el trabajo, el estudio. Las sociedades que promueven la flojera inexorablemente van rumbo al fracaso.

-¿Recibió usted presiones para levantar los cargos de la acusación contra el líder opositor Leopoldo López?

-No solamente de él. También en los casos de [otros líderes opositores] Henry Ramos, María Corina Machado, y Julio Borges. Se pretendió que el ministerio público les imputara por cargos de homicidio y terrorismo, entre otras acusaciones.

-¿Llegó a llamarla Nicolás Maduro personalmente para presionarla sobre este tema?

-En algunas ocasiones. Me llamaba y me decía mira, que hay que hacer esto… pero por supuesto yo siempre hacía caso omiso.

-¿Por qué usted no denunció esas presiones por parte del Gobierno y sus líderes?

-Uno de los principales errores que cometí fue que esos hechos debí haberlos denunciado públicamente. Sí denuncié otros.

-¿Qué opina de la decisión del grueso de la oposición de no presentarse a las presidenciales del próximo mes de mayo?

-Qué bueno que haya una gran mayoría de los venezolanos que no va a acudir a convalidar esa acción fraudulenta. Y yo también hago un llamado a quien está participando, que se presentó como un candidato distinto a la opción de Gobierno, que ojalá reflexione y entienda lo que está pasando en el país.

-¿Qué opina del candidato presidencial opositor Henry Falcón?

-Yo lo conozco muchísimo. Decidió darle oxígeno a Maduro para que Maduro siga vulnerando los derechos de los venezolanos. Para que continúe burlándose del pueblo, atropellándolo y exterminándolo. Porque a los venezolanos lamentablemente los están exterminando.

-¿Quién tiene la última palabra en el poder venezolano? ¿Es Nicolás Maduro la persona con mayor poder político del país?

-No, creo que no.

-¿Y quiénes son?

-Otros. Jorge Rodríguez, Tareck El Aissaimi, Diosdado Cabello… entre otros. Y sus consortes.

-¿Por qué cree que tienen más poder que Maduro? Sus cargos son inferiores…

-Sí, pero el caso de que un cargo sea inferior no significa que no tenga poder de decisión Yo conozco el monstruo por dentro y pude observar elementos que me conducen a concluir eso.

-¿Y por qué Maduro respeta ese poder?

-Seguramente porque lo puedan manipular. Y además hay otra cosa. Así trabajan los grupos delincuenciales.

 

«El diálogo de Santo Domingo fue una burla a la gente»

Luisa Ortega señala directamente hacia el entorno de Maduro por la constante búsqueda de enemigos exteriores que justifiquen la represión hacia los opositores para evitar que estos puedan acabar con la revolución bolivariana.

-El Gobierno venezolano señala a países como Colombia y México como responsables de estar colaborando con EE.UU. para derrocarlo. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Eso es una forma de someter a la población. Crear enemigos internos y externos. Hablan de guerra económica, pero nunca dicen en qué consiste. Dicen guerra económica y eso es un «metamensaje» que le llega a la población, pero no hay una explicación. Son inventos que el Gobierno de Colombia está ayudando a Estados Unidos para derrotarlos a ellos. Se trata de crear enemigos para poder estar juntos.

-¿Por qué ha fracasado el diálogo entre Gobierno y oposición?

-Tú no puedes dialogar con una persona que se burla del diálogo. Yo oí claramente que en República Dominicana no hubo ningún acuerdo. El pacto jurídicamente es la voluntad de dos o más partes. Pero nunca puede ser solo de una parte. O sea, yo firmo un acuerdo contigo donde yo nada más firmo, pero tú dijiste que no estabas de acuerdo. Sin embargo, eso fue invocado por el Gobierno venezolano para decir que hubo un acuerdo. Es una burla a la gente.

-¿Por qué lo cree?

-El Gobierno ha utilizado ese espacio para oxigenarse. Para ganar tiempo y poder consolidar sus políticas represivas en Venezuela. Lo que hay que hacer es unificar, cohesionar a todos los venezolanos que rechazan este Gobierno. Todos los factores políticos, sociales y todas las iglesias, no solo la católica. La unidad de todos en función de lograr un proyecto para derrotar la tiranía que tenemos encima para conseguir volver a ser un país totalmente libre y dueño de sus decisiones y su futuro.

Suiza congela los bienes de siete ministros y altos funcionarios venezolanos

El Consejo Federal (Gobierno) de Suiza promulgó una batería de sanciones contra Venezuela y congeló los fondos de siete ministros y altos funcionarios, prohibió la venta de armas, material represivo y de espionaje y limitó la capacidad de viajar al país de funcionarios y empresas «a causa de las violaciones a los derechos humanos y al deterioro del Estado de derecho y de las instituciones democráticas».

Entre los sancionados destaca Maikel José Moreno Pérez, presidente del Tribunal Supremo «por haber facilitado y apoyado las acciones y políticas del Gobierno que han socavado la democracia y la ley y el orden en Venezuela. Es responsable de acciones que han usurpado la autoridad a la Asamblea Nacional».

También ha sido castigado Tarek William Saab Halabi, fiscal general, porque «en su previo rol como Defensor del Pueblo socavó la democracia y la ley y el orden en Venezuela por apoyar acciones contra oponentes del Gobierno». La medida afecta al vicepresidente primero del Partido Socialista de Venezuela, Diosdado Cabello, «envuelto en socavar la democracia y la ley y el orden en Venezuela». También ha sido sancionado el ministro del Interior, Néstor Luis Reverol, a quien Suiza considera «responsable de serias violaciones a los derechos humanos y de la prohibición y represión de manifestaciones políticas».

Otros responsables

El jefe del Servicio Nacional Bolivariano de Inteligencia, Gustavo Enrique González López, es sancionado como «responsable de serias violaciones a los derechos humanos (incluyendo detenciones arbitrarias, trato inhumano y degradante y tortura), y represión de la sociedad civil y la oposición democrática».

La medida también afecta a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena Ramírez, y al jefe del gobierno del distrito Capital y comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana hasta el 21 de junio, Antonio José Benavides, «de estar envuelto en la represión de la sociedad civil y la oposición democrática en Venezuela y ser responsable de serias violaciones a los derechos humanos bajo su mando».

Suiza indicó expresamente que con estas medidas punitivas pretende alinearse con la UE, que ya ha impuesto sanciones al Ejecutivo de Maduro. Otros países, como Estados Unidos y Canadá también han aprobado restricciones contra Venezuela.