Tania Varela usó un DNI falso y evitó contactos con narcos durante su fuga

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

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La investigación no la relaciona con organizaciones gallegas en los últimos cinco años

29 mar 2018 . Actualizado a las 08:22 h.

María Tania Varela Otero (Cambados, 1974) quiso dejar atrás su pasado obviando que será rehén de por vida. Dice la policía autonómica catalana, que la arrestó el lunes gracias al chivatazo de una fuente anónima que bien podría tener cuentas pendientes con ella, que la nueva vida de la abogada y narcotraficante, con experiencia en el blanqueo de capitales, pasaba inadvertida por su hasta ahora condición desconocida de madre (dio a luz un año después de fugarse, en el 2013). También por la vida tranquila que disfrutaba en Sitges, localidad próxima a Vilanova i la Geltrú, en donde fue arrestada en compañía de su hija en un parque. Incluso su vivienda, en la urbanización residencial Vallpineda, tampoco despertó nunca sospechas sobre la verdadera identidad de la mujer más buscada por la Europol.

El uso de al menos un DNI falso tuvo buena parte de culpa. Tampoco se descarta que en el último lustro se ocultara bajo otras identidades valiéndose de más DNI y pasaportes. Fuentes policiales detallan que un documento así, «mínimamente creíble», se puede comprar por 6.000 euros y que en Barcelona existe un mercado negro al que recurrir si se tienen los contactos necesarios. Parece que Varela Otero sí los tenía, o al menos los conocía, del tiempo que convivió con narcos y participó de sus negocios. A falta de confirmar la identidad de su actual pareja, con la que residía en una urbanización con vistas al mar y que, según parece, estaba de viaje el día de la detención, el registro policial de la vivienda de ambos permitió localizar documentación falsa que tenía como objetivo seguir apuntalando la identidad ficticia de Varela Otero y su huida hacia adelante.

Pero ¿de qué vivió esta arousana durante los cinco años que estuvo fugada con una orden de la Europol que la situaba como una mujer extremadamente peligrosa? En la dirección general de la Policía Nacional aseguran que no tardó en abandonar la trinchera del narcotráfico, en la que solo tuvo cierto nombre mientras sus parejas sentimentales le daban galones para tomar decisiones y hacerse respetar. Se trata de David Pérez Lago (hijo de Esther Lago, la fallecida mujer de Laureano Oubiña) y del abogado madrileño especializado en la defensa de narcotraficantes Alfonso Díaz Moñux, al que mataron en su presencia de dos tiros en la cabeza. A partir de ese momento dejó de ser alguien en este oscuro y lucrativo mundo, situación que coincidió con el inicio de su fuga.

Las mismas fuentes recuerdan que estar huido implica un desembolso constante de dinero, y que ella, además de acumular acusaciones judiciales, no tuvo tiempo de guardar el parné necesario para huir sin estrecheces. «Hablamos de dinero que no tuviésemos controlado de sus operaciones de narcotráfico o blanqueo de capitales», puntualizan en la Policía Nacional, en donde añaden que sin el efectivo mínimo y con las relaciones deterioradas con sus antiguos socios, no habría tenido la oportunidad de volver a las andadas. De hecho, la tesis más extendida es que Tania Varela no habría vuelto a trabajar con sus exsocios u otras organizaciones gallegas por su falta de credibilidad por sí sola, infraestructura propia o su condición de fugada para organizar un alijo de droga.

La policía autonómica catalana dice estar investigando si durante el último año, tiempo que se estima residió en Sitges, pudo contactar con otras organizaciones mafiosas afincadas en la costa catalana, aunque por ahora no ha trascendido nada que la pueda incriminar. El mismo cuerpo de seguridad autonómico añade que Tania Varela estuvo un tiempo en Portugal (refugio habitual de los narcos gallegos) y Sudamérica, algo que la Policía Nacional asegura desconocer. Y es que la detención de la narcoabogada ha derivado en dos investigaciones paralelas. La primera y más antigua fue responsabilidad de la Policía Nacional, que siguió de cerca sus pasos durante su etapa en la trinchera del narcotráfico y posterior huida. Ahora, a raíz del arresto, la policía autonómica catalana puso en marcha la segunda investigación que pretende aclarar el calado de sus amistades a orillas del Mediterráneo.

Tania Varela ingresó el martes en la cárcel para cumplir una pena de siete años por narcotráfico. Su próxima cita en un juzgado será el 5 de abril, pero esa vez en calidad de testigo en el juicio contra uno de los presuntos asesinos de su expareja y abogado, Alfonso Díaz Moñux. Al acusado, Miguel Ángel Durán, no le valió de nada huir a Brasil. Allí fue arrestado y ahora será juzgado con el testimonio de una testigo clave con la que nadie contaba hasta que un soplo anónimo acabó con la huida de esta narcoabogada.