Bruselas acusa a Facebook de ser una amenaza para la democracia europea

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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La Comisión revela que la filtración de datos en la UE afectó a 2,7 millones de personas

07 abr 2018 . Actualizado a las 19:22 h.

La escasa reputación que conservaba Facebook en la Unión Europea ha desaparecido por completo, arrastrada por el último escándalo de Cambridge Analytica. No es la primera vez que la empresa de Mark Zuckerberg tiene que enfrentarse a una investigación por violar la privacidad y la protección de los datos de sus usuarios, pero nunca antes las brechas de seguridad habían sido tan grandes.

La Comisión Europea calcula que de los 87 millones de personas afectadas en todo el mundo, 2.7 millones son usuarios europeos, 136.985 de ellos españoles. El Gobierno alemán cifra en 300.000 las potenciales víctimas en su país. Los datos personales de todos ellos habrían acabado en manos de la consultora británica encargada de dopar campañas electorales como la de Donald Trump o el brexit. «Para mí esta historia no es solo sobre protección de datos. Es una amenaza para nuestra democracia y los procesos electorales», aseguró la comisaria de Justicia, Vera Jourova.

La checa recibió el jueves por la noche una carta de Facebook en la que la multinacional trata de explicar lo sucedido. Ninguno de sus argumentos la han convencido. «Algunas explicaciones se quedan cortas respecto a lo que esperaba», admitió. Y no solo eso. Jourova asegura que los datos de los europeos han sido expuestos a enormes riesgos. La Comisión lo tiene claro: el gigante digital era y es un peligro.

«No estoy segura de que Facebook haya tomado todos los pasos necesarios para hacer cambios», deslizó la comisaria, que ya no confía en la palabra de la directora ejecutiva de la red social, Sheryl Sandberg, ni en la voluntad de la empresa de dejar de traficar con los datos de sus usuarios saltándose las leyes europeas.

«Esta historia es demasiado importante y chocante como para tratarlo como un asunto común», aseguró la checa, quien mantiene contacto constante con las autoridades nacionales de protección de datos para recopilar información crucial para la investigación que tiene en marcha.

A pesar del revuelo y la indignación que ha causado este escándalo en Bruselas, las sanciones a las que se puede enfrentar la compañía serán menores comparadas con las que prevé la nueva legislación que entrará en vigor el próximo 25 de mayo (hasta el 4 % de la facturación global de la empresa). En España ya se le sancionó hasta en dos ocasiones en los últimos siete meses.

La Agencia Española de Protección de Datos le impuso una multa de 1.2 millones en septiembre del 2017 por tratar datos personales sobre ideología, sexo, raza o creencias religiosas de sus usuarios sin consentimiento previo y con fines puramente publicitarios. La última multa llegó el pasado marzo cuando el mismo organismo exigió el pago de 300.000 euros a Facebook y WhatsApp por intercambiar datos entre las dos plataformas sin avisar a sus clientes.

Rusia prepara el bloqueo de Telegram porque le impide acceder a sus mensajes

Roskomnadzor, el principal órgano regulador de las comunicaciones del Gobierno ruso, presentó ayer una demanda con el objetivo de bloquear el acceso de la aplicación de mensajería Telegram en el país, después de que la compañía rechazase compartir con los servicios de seguridad el contenido de los mensajes enviados a través de su plataforma. El ente estatal argumenta que la compañía no ha cumplido con las «obligaciones» del Servicio de Seguridad Federal, unas normas, que según Reuters, instaban a la aplicación a permitir a la seguridad rusa el acceso a algunos de los mensajes enviados a través de su plataforma, para realizar tareas como prevenir ataques terroristas. Telegram encripta sus chats, de modo que no pueden ser leídos por terceros, gobiernos incluidos.

El fundador y CEO de Telegram, Pavel Durov, defendió en marzo a través de su perfil de Twitter que las «amenazas» de «bloqueo» de la aplicación, si no aportaba datos «privados» de sus usuarios, «no darán fruto». Además, aseguró que Telegram «defenderá la libertad y la privacidad». Con más de 200 millones de usuarios activos en marzo, Telegram es la novena App móvil de mensajería más popular del mundo. Es especialmente utilizada en Rusia, donde la comparten activistas de la oposición y funcionarios del régimen, en los países de su entorno y en otros de Oriente Medio como Irán. Gracias a un complejo sistema de cifrado, Telegram es el campeón de la libertad de Internet y de la confidencialidad de sus usuarios. La aplicación tuvo un éxito fulgurante en el contexto de las revelaciones del exanalista Edward Snowden sobre el espionaje de la NSA. Snowden se refugió en Rusia y Pavel Durov propuso contratarlo una vez que se refugió en Moscú en 2013.

La red pidió a hospitales que le dieran datos de pacientes

adriana rey

El problema al que se enfrenta Facebook es mucho más grave de lo que la compañía presumió en un primer momento. La propia jefa de operaciones de la red social, Sheryl Sandberg, confirmó ayer que la investigación abierta sobre el caso de apropiación indebida de datos de usuarios por Cambridge Analytica destapará un sinfín de fallos de seguridad. «No voy a mentir y decir que no vamos a encontrar más (fallos), porque los vamos a encontrar», advirtió en NBC. Tras volver a entonar el «mea culpa», la ejecutiva reconoció que no fueron «lo suficientemente rigurosos» en sus controles.

La sensación de borrasca es tal que el fundador de la red anunció desde su perfil que la compañía exigirá la identidad y la localización de los anunciantes que pretendan hacer publicidad política como medidas de verificación para «evitar interferencias» de cara a las elecciones que se celebrarán próximamente en varios países, entre ellos EE.UU. Zuckerberg afirma que también se exigirá verificación a las personas que gestionen páginas con gran audiencia para dificultar que utilicen cuentas falsas o que aprovechen la viralidad para desinformar y divulgar «contenido divisivo». «Para requerir la verificación de todas esas páginas y anunciantes, contrataremos a miles de personas más», aclaró.

Lo ocurrido con Cambridge Analytica sacó a la luz otras prácticas del gigante tecnológico que ponen en entredicho su pretensión de que se ha visto burlada en su idealismo. El último descubrimiento se refiere a que pidió a varios hospitales estadounidenses que compartieran información de los pacientes con ellos. Según la CNBC, la compañía tuvo conversaciones con centros e instituciones médicas hasta el pasado marzo para solicitarles datos de sus pacientes, como la edad, la dolencia que sufrían o el tratamiento que recibían, con el pretexto de llevar a cabo una investigación científica.

En paralelo, se supo que la red social accedió a las bandejas de entrada de los usuarios de los chats de Messenger sin su consentimiento, para borrar mensajes antiguos enviados por su consejero delegado. Según la compañía, la medida respondió a una cuestión de seguridad. Facebook se justificó diciendo que los mensajes de Zuckenberg enviados a través de este chat tienen limitado su «período de retención».