Esta es la reina de todas las nubes

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca REDACCIÓN

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El escenario meteorológico que se abre para los próximos días no solo contempla la formación de borrascas sino también de tormentas

08 abr 2018 . Actualizado a las 09:26 h.

El tiempo a medio plazo no permite todavía soñar con días primaverales de sol y altas temperaturas. El anticiclón ha salido de su letargo invernal pero ahora mismo su influencia provoca más inestabilidad que estabilidad. El escenario meteorológico que se abre para los próximos días no solo contempla la formación de borrascas sino también de tormentas. Por tanto, entran en acción los cumulonimbos, que podrían descargar con fuerza ya que cuentan con las condiciones favorables. Por un lado tenemos aire frío de origen polar en las capas altas de la atmósfera y por otro lado aire más cálido en superficie. Cuando interactúan estas masas de aire de diferente temperatura, la inestabilidad resultante origina precipitaciones convectivas. En Asturias llueve sobre mojado y cada día que pasa con esta configuración el riesgo de inundaciones aumenta.

El cumulonimbo es la reina del cielo. Comparte características con cualquier otra nube pero tiene aspectos que la hacen única. Se eleva más que ninguna otra, alcanzado alturas que superan los doce kilómetros. Su desarrollo vertical solo se interrumpe cuando llega a la tropopausa, el límite entre la troposfera, la capa que está en contacto con el suelo y la estratosfera, la que está justo por encima. En esa frontera la temperatura ya no desciende sino que aumenta, y el aire comienza a desplazarse horizontalmente, dando a la nube la típica forma de yunque.

Dentro de un cumulonimbo hay intensas corrientes de convección, que desplazan el aire de arriba a abajo y de abajo a arriba de forma violenta. Tanta agitación tiene consecuencias importantes y produce fenómenos que no se ven en otras nubes. Por ejemplo, las gotas de agua se juntan unas con otras y aumentan de tamaño. Por ello, esta nube provoca los chaparrones, precipitaciones intermitentes pero fuertes. Además, las corrientes del interior de la nube obligan a las gotas a ascender y a una determinada altura y la temperatura es tan baja que cambian de estado. El agua pasa de líquido a sólido. En ese momento aparece el granizo, que cae por su propio peso, otro evento exclusivo del cumulonimbo.

Las corrientes ascendentes y descendentes que hay en el corazón de la nube y la fricción entre las partículas ionizan las gotas de agua y la nube queda cargada. Como la naturaleza odia los desajustes, rápidamente descarga en forma de tormenta eléctrica. Por esta razón, son las nubes que dan lugar a los rayos y los truenos. Hay tormentas que se producen dentro de la nube, cuando conectan las cargas eléctricas de la cima y la base, y tormentas exteriores, cuando interactúan las cargas de la base de la nube y la superficie terrestre.