Alicia calla bocas y gana «Maestros de la Costura»

C. Barbería

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RTVE

Después de haber sufrido los ataques y feos de algunos compañeros, la joven salmantina, demuestra su destreza con la agua y se impone en la final. La noche deja un rifirrafe entre Mónica Cruz y otro concursante

17 abr 2018 . Actualizado a las 10:07 h.

Maestros de la Costura, el talent de TVE sobre el mundo de la confección, ya tiene primera ganadora. Se trata de Alicia, la joven de 23 años, nacida en Salamanca aunque criada en Madrid, que, ajena a las críticas de algunos de sus compañeros que no llevaban bien su perfección a la hora de trabajar e, incluso, lo desmerecían despertando dudas sobre si era tan neófita con el dedal como decía en su currículo, ha demostrado su constancia, eficiencia y exigencia con la aguja, firmando algunos de los modelos más alabados del programa. 

La joven modelo y aprendiz, que como recordó anoche se inició en la costura a los 8 años (mientras el resto de los niños jugaban en el patio), logró el maniquí de oro que la acredita como primera Maestro de la Costura de España, después de finalizar con éxito dos nuevos retos. El primero, que la convirtió en la primera finalista del programa, fue un homenaje a Balenciaga, en el que los concursantes debían reproducir un traje del maestro del diseño español. Y, además, hacerlo a medida de unos exigentes maniquíes: los tres miembros del jurado y la presentadora, Raquel Sánchez Silva.

Tras finalizar un vestido muy reconocido por Caprile, Alicia recibió la primera bata -que la llevaba a la final-, además de un emotivo abrazo del diseñador. «Solo una persona con un gran dominio de la aguja puede reproducir un modelo tan bonito como has hecho tú», insistió Caprile.

La segunda y decisiva prueba a la que se enfrentó Alicia ya fue en el duelo final junto a Antonio, el otro finalista, en una prueba en la que ambos debían diseñar dos trajes de noche (de estilo libre). Alicia optó por un vestido drapeado en nude con un gran lazo, una opción que encandiló sobre todo a Caprile y la convirtió en ganadora. 

El diseño de Antonio, un vestido negro de muchas transparencias, también fue muy aplaudido aunque, finalmente, le dejó en segunda posición

Tras mucha deliberación, el jurado se decantó por la joven que, emocionada, reconoció que «es un orgullo decir que soy costurera». Alicia se alzó con un premio de 50.000 euros y con una colección propia que se venderá en El Corte Inglés del Paseo de la Castellana de Madrid. También cursará un Master en Diseño de Moda en el Instituto Europeo di Design.

Pero, sobre todo, Alicia ha demostrado que sabía lo que quería y que nada ni nadie la iban a descentrar. Ni la soledad en la que se sumergió durante diez semanas de programa. Ni los golpes recibidos. 

Maestros de la Costura eleva su audiencia en la final hasta un 16,6 % de cuota de pantalla. Sus seguidores ya piden en las redes nueva edición. 

Tensión entre Mónica Cruz y Eduardo: «Si lo sé, no vengo»

La final de Maestros de la Costura también será recordada por la nota negativa de la segunda semifinal que enfrentó -ya elegida Alicia como primera finalista- a los otros tres aprendices (Luisa, Eduardo y Antonio) con un traje de novia. La prueba tuvo lugar en el taller de Pronovias en el que Hervé Moreau, director creativo de la firma, mostró sus diseños.

Los concursantes contaron con la ayuda de tres famosos (el humorista José Corbacho, el torero Óscar Higares y la actriz Mónica Cruz) y fue, precisamente, con uno de ellos cuando la tensión se elevó en el plató.

Eduardo, uno de los aprendices a los que al inicio del talent show Lorenzo Caprile había afeado su conducta reconociéndole, sin embargo, en la recta final sus progresos (también de comportamiento), no tuvo su mejor noche. Tras elegir a Mónica Cruz como compañera de trabajo, ya cometió de inicio un error de corte, sobre el que le advirtió Caprile. También desde el comienzo demostró que su química con la actriz era nula. 

El aprendiz le reservó la parte más laboriosa del traje (coser la espalda del vestido), algo sobre la que la también bailarina se quejó en más de una ocasión. Eduardo no cesó de hacer pública su decepción por la elección. «Esta no tiene ganas de trabajar. Mona es, pero de coser no tiene ni idea», llegó a decir ante las cámaras. 

«Me arrepiendo de haberla cogido», insistió a continuación, ante una Mónica Cruz que tampoco ocultaba su incomodidad. «Si lo sé, no vengo», confesó en el taller.

Con todo este ambiente de trabajo, el traje de novia no salió cómo debía y el diseño fue el peor de la semifinal. Aún así, en lo que más hizo hincapié el jurado durante la eliminación fue en el trato que tuvo con la actriz. El joven rompió a llorar. «Me quiero ir de aquí», clamó, antes de abandonar el plano.