Macron promete mano dura contra los anarquistas que incendiaron el 1 de mayo

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Los encapuchados de Black Bloc calcinaron unos seis vehículos en el Día del Trabajo
Los encapuchados de Black Bloc calcinaron unos seis vehículos en el Día del Trabajo CHRISTIAN HARTMANN

Los Black Bloc desataron una batalla campal y saquearon una treintena de negocios

03 may 2018 . Actualizado a las 07:16 h.

El Gobierno francés está decidido a evitar que se repita la violencia en que degeneró la manifestación sindical del Primero de Mayo en París por la infiltración de miembros de extrema izquierda. El ministro del Interior, Gérard Collomb, prometió ayer mano dura contra los radicales en próximas protestas en una primavera caliente contra las reformas de Emmanuel Macron. «Habrá un mayor número de agentes que ayudarán a separar a los que solo quieren protestar de los que su única intención es destrozar», declaró a la cadena France 2. Además se estudia disolver asociaciones informales como el grupo anarquista Black Bloc (Bloque Negro), que protagonizaron los disturbios del martes, adelantó el primer ministro francés, Édouard Philippe.

Collomb trató de contener las críticas por la tardía reacción de la policía frente a los 1.200 black blocs que, armados con cócteles Molotov y adoquines, desataron una batalla campal con los antidisturbios y saquearon 34 comercios (entre ellos un McDonalds) y destrozaron una decena de vehículos (seis calcinados) y el mobiliario urbano. Collomb admitió que la asistencia de los encapuchados de negro superó las expectativas, ya que se esperaban «entre 500 y 600» y la cifra fue «el doble». «No se puede detener a un cierto número de personas que llegan como civiles, se mezclan con la multitud y, de repente, se visten como los black blocs», afirmó. La prefectura de la Policía cifró en 14.500 los miembros de la extrema izquierda, entre anarquistas y antifascistas, presentes en París.

Un total de 283 personas fueron detenidas el martes y, de ellas, 109 pasaron la noche en comisaría. Desde Australia, el presidente Emmanuel Macron condenó los hechos y dijo que se «hará todo lo posible por identificar a los responsables y juzgarlos». «El 1 de mayo es el día de los trabajadores, no el día de los que destrozan», escribió en Twitter.

«Vamos a adaptarnos», añadió Collomb, de cara a futuras protestas como la que el sábado quiere organizar Francia Insumisa para condenar las políticas de Macron, cuando se cumple un año de su llegada al Elíseo. Precisamente el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, admitió haberse equivocado al acusar de la violencia «a bandas de extrema derecha».

Fin del «exit tax»

Las protestas tendrán un nuevo argumento para añadir a sus reivindicaciones, tras el anuncio del presidente galo de que en el 2019 suprimirá el conocido exit tax, un impuesto para los grandes patrimonios que deciden fijar su domicilio en el extranjero. Para su detractores, es un nuevo paso de la política fiscal del Gobierno para favorecer a los más ricos.

Esta exit tax fue instaurada en el año 2011 por el presidente conservador Nicolas Sarkozy. Según explicó Macron a la revista estadounidense Forbes, que le dedica su última portada bajo el título «Jefe del libre comercio», este impuesto es un símbolo negativo que afecta el carácter atractivo de la economía francesa.