La nueva subasta eléctrica pone en alerta a la industria asturiana

EFE OVIEDO

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Factoría de Alcoa en Avilés
Factoría de Alcoa en Avilés

CCOO asegura que existe «muchísima incertidumbre» porque se espera una mayor competencia entre empresas

21 may 2018 . Actualizado a las 13:04 h.

La subasta de interrumpibilidad para los últimos siete meses de este año, en la que se asignarán 2.600 megavatios (MW) de potencia interrumpible a empresas dispuestas a desconectarse de la red en caso de necesidad a cambio de una compensación, ha comenzado hoy.

El secretario general de la Sección Intercentros de CCOO en Alcoa, José Manuel Gómez de la Uz, ha expresado su preocupación ante la nueva subasta al asegurar que existe «muchísima incertidumbre» para la industria electrointensiva, puesto que se espera una mayor competencia. 

En el caso concreto de Avilés, existe la incertidumbre de que la planta de San Balandrán pueda optar a los bloques de interrumpibilidad. «Lo que tenemos mucho miedo es que haya más empresas y que entren de una forma agresiva y los precios queden muy bajos», ha señalado a Efe.

La convocatoria de la subasta, gestionada por el operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), bajo la supervisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), está previsto que se desarrolle hasta el viernes. No obstante, podría concluir antes del 25 de mayo si antes de esa fecha se cierra la asignación de la potencia que sale a subasta para el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 31 de diciembre.

Esta es la segunda subasta de potencia interrumpible que se hace para el año 2018, después de la que se celebró en diciembre, a la que concurrieron 128 pujadores y en la que 117 se adjudicaron 384 lotes -376 de 5 MW y ocho de 90 MW (estos últimos fueron todos para grupos empresariales)-, con lo que se asignaron 2.600 MW para los cinco primeros meses del año.

La principal novedad de la nueva subasta es la eliminación del producto de 90 MW, que se ha sustituido por uno nuevo de 40 MW, con el fin de aumentar la competencia en estas subastas, una recomendación que hizo la CNMC. Esta vez se subastarán 320 bloques de 5 MW, que suman una potencia de 1.600 MW, y 25 bloques de 40 MW, que suman 1.000 MW. Los precios de salida de los bloques serán de 150.000 euros/MW y año para los bloques de 5 MW y de 200.000 euros/MW y año para los de 40 MW.

En la pasada subasta, el precio de salida para el producto de 5 MW fue el mismo que ahora y para el de 90 MW de 270.000 euros/MW y año, aunque finalmente se adjudicaron con descuentos, de forma que el precio medio de asignación para el de 5 MW fue de 108.245 euros/MW y de 235.167 euros/MW para el de 90 MW.

Además de la sustitución de los bloques de potencia de 90 MW por otros de 40 MW, la orden de abril del Ministerio de Energía introdujo la exigencia a las empresas participantes de no tener deudas con el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad en los cuatro años naturales anteriores a la temporada en la que desea participar. La CNMC criticó en su informe sobre la orden que sólo fueran esos dos los cambios introducidos y que, al final, el Ministerio de Energía no revisara el mecanismo para cumplir la normativa europea.

Energía explicó que la primera subasta para 2018 sólo se convocaba para cinco meses porque necesitaba tiempo para adaptar la interrumpibilidad a los cambios del nuevo marco europeo, que estaba previsto que entrara en vigor antes de acabar el año.

Además, varias empresas siderúrgicas -Sidenor, Grupo Gallardo Balboa y Siderúrgica Sevillana- han anunciado recursos contra la orden, al considerar que la sustitución de los bloques de 90 MW por otros de 40 MW no va a hacer que sea mayor el número de empresas que se adjudique potencia interrumpible. Estas empresas afirman que el mantenimiento para los bloques de 40 MW de la misma disponibilidad que había para los de 90 MW, de al menos el 91 % de las horas de cada mes, sigue beneficiando a las empresas que antes optaban a los bloques de 90 MW.

La interrumpibilidad es un sistema de subastas que permite que las empresas que consumen más electricidad reciban una retribución a cambio de su disponibilidad para desconectarse de la red en caso de necesidad, aunque el Ministerio de Energía aprobó una orden para poder usarla también para contener el precio de la electricidad. Según indicó a primeros de marzo el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, en los dos primeros meses de 2018 la interrumpibilidad se utilizó en 27 ocasiones para ese fin.