Con toda probabilidad, se trasladará junto a su familia al chalé adosado de Aravaca, donde residía desde 1998
02 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Rajoy pasó su última noche en la Moncloa el jueves, tras haberse atrincherado durante ocho horas junto a varios ministros en una reunión que funcionó a medio camino entre un gabinete de emergencias y una cena de despedida. Allí digirió una derrota dura e inesperada antes de regresar al palacio reservado al jefe del Ejecutivo.
Ayer ya no hizo noche en este complejo presidencial situado en la margen izquierda de la principal salida de la capital española a tierras gallegas, pegado a la zona de colegios mayores de la Complutense. Si hubiese querido, todavía podría haber pasado la noche en la misma cama en la que durmió la mayor parte de los 2.355 días que permaneció en el poder, pero prefirió regresar a su domicilio. Con toda probabilidad, se trasladará junto a su familia al chalé adosado de Aravaca que tiene en bienes gananciales y en el que residía desde 1998. Está unos kilómetros más alejado del centro que la Moncloa, pero en la misma carretera. Lo cierto es que allí se encontraba muy cómodo antes de su ascenso al poder, y el traslado fue una de las cosas que menos le entusiasmó entonces.
Mudanza exprés
Rajoy se enfrenta a una mudanza exprés. La moción de censura ha reducido a dos días el cambio de vivienda, asunto para el que los presidentes salientes suelen disfrutar de un plazo de un mes, algo que complica todavía más un asunto ya de por sí engorroso. Mientras, el futuro inquilino, Pedro Sánchez se prepara para mudarse a la Moncloa con la idea de una estancia inicialmente corta, pero aún indeterminada.