Un cáncer no condena el riñón, un estudio demuestra que el órgano no necesita ser extirpado

Raúl Romar García
Raúl Romar ENVIADO ESPECIAL / CHICAGO

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La cirugía puede evitarse sin comprometer la supervivencia del paciente utilizando la terapia dirigida sunitinib, que bloquea la acción de varias proteínas implicadas en el tumor

03 jun 2018 . Actualizado a las 16:40 h.

Es prácticamente inevitable. En los casos de cáncer de riñón avanzado, cuando ya se ha iniciado la metástasis, la primera opción terapéutica pasa por una cirugía para extirpar el riñón. Así lo aconseja la práctica médica. Pero este paradigma está a punto de cambiar. El riñón puede salvarse. Es lo que se ha demostrado en un ensayo clínico en fase III presentado ayer en el plenario de la Sociedad Americana de Oncología Médica (Asco) y que fue elegido como una de las investigaciones que tendrá un impacto más directo en el paciente en breve plazo. La cirugía puede evitarse sin comprometer la supervivencia del paciente utilizando la terapia dirigida sunitinib, que bloquea la acción de varias proteínas implicadas en el tumor. Es el tratamiento convencional para estos casos, solo que hasta el momento se aplicaba después de eliminar el riñón.

«Nuestro estudio es el primero en cuestionar la necesidad de cirugía en la era de las terapias dirigidas y muestra claramente que la intervención quirúrgica para ciertas personas con cáncer de riñón ya no debería ser el estándar de cuidado en la práctica clínica», destaca Arnaud Mejean, urólogo del Hospital Europeo Georges Pompidou, de la Universidad París Descartes. Así lo constata también el oncólogo del hospital de La Paz (Madrid) Álvaro Pinto. «El estudio cambia el estándar. Para el tratamiento de los pacientes puede bastar con el tratamiento oral convencional», subraya.

Además de poner a los pacientes en riesgo de complicaciones, incluyendo pérdida de sangre, infección, embolia pulmonar y problemas del corazón, la nefrectomía retrasa el tratamiento médico durante semanas en las personas con cáncer de riñón avanzado. En algunos casos el tumor empeora tan rápidamente durante este período que luego ya no queda tiempo para iniciar el tratamiento sistemático.