Ascienden a 62 los muertos en Guatemala por la erupción del volcán Fuego

EFE

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Hay 1,7 millones de personas afectadas por la catástrofe

04 jun 2018 . Actualizado a las 21:57 h.

Al menos 62 personas han fallecido, 46 han resultado heridas y 1,7 millones se han visto afectadas por la erupción del volcán de Fuego de Guatemala, la más violenta de los últimos años. 3.263 han sido evacuadas a zonas seguras. Hay, además, un puente destruido, dos tendidos eléctricos afectados, así como el aeropuerto internacional La Aurora, que ya ha reanudado sus operaciones tras la cancelación de 14 vuelos comerciales. Debajo de una densa, compacta y espesa capa de cenizas se esconde lo que algún día fue color. Lo que algún día fue vida. Ahora son toneladas de pavesas y lava que durante horas expulsó la montaña las que ocultan la posibilidad de encontrar a alguien con vida en esta zona del país, entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango.

Con los primeros rayos de sol, los equipos de rescate salieron este lunes a la búsqueda de supervivientes. Eran 25 los muertos en un principio, según datos oficiales, pero en las últimas horas los equipos de socorro han ido encontrando más cuerpos completamente calcinados. En las caras de los integrantes de las brigadas de rescate se ve el terror. El horror. Saben que la cifra seguirá aumentando conforme vayan pasando las horas.

ORLANDO ESTRADA | AFP

Con sus propias manos y a veces apoyados con palas, las brigadas de búsqueda escarban en toneladas de ceniza y arena que arrojó el domingo el imparable volcán. Levantan láminas de los techos en busca de sobrevivientes. Han encontrado animales domésticos y perros quemados. Y es que el flujo piroclástico que descendió del cráter, ubicado en el centro de Guatemala, alcanzó los 700 grados de temperatura. Un auténtico infierno.

Todas las barrancas de hasta 80 metros de profundidad que existen en el volcán de Fuego están llenas de material. Son como una olla de presión a punto de explotar. Y la peor amenaza la representan las lluvias que pueden ocasionar una nueva avalancha.

El panorama es gris en la región más devastada por la erupción, que es la más violenta de los últimos años según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh). Al fondo, entre las primeras nubes, la montaña lanza una nueva -esta vez, pequeña- explosión. La calma con la que ha amanecido este lunes no deja siquiera imaginar que hace unas horas vivió una de las mayores erupciones de la historia reciente. Pero no hay que confiarse. La furia de esta edificación natural, adonde se ha movilizado una fuerza de 300 infantes de la marina estadounidense para prestar labores de ayuda, puede volver a desatarse. Por una de sus laderas se ve cómo empieza a salir más material volcánico.