El gran cambio global de los océanos

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

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Xavier Fonseca

El mar tiene cada vez mayor temperatura, más plásticos y peligra la supervivencia de las especies que lo habitan

19 jun 2018 . Actualizado a las 13:46 h.

La emisión de gases de efecto invernadero asociada a la actividad humana no solo aumenta la temperatura del aire sino también de los océanos. «La circulación atmosférica y oceánica están conectadas e incluso se retroalimentan. Desde 1950 la temperatura ha aumentado más de un grado y la predicción apunta a un incremento de hasta cuatro a finales de siglo», explica Juan Bellas, investigador del Instituto Español de Oceanografía de Vigo.

En realidad, el calentamiento solo es uno de los problemas que afectan a los mares. «Deberíamos hablar más bien de cambio global porque los océanos están siendo alterados de otras muchas formas más allá de su temperatura», reconoce Bellas. Otro de los efectos tiene que ver, por ejemplo, con la disminución de la concentración de oxígeno que se traduce en un aumento de las llamadas zonas muertas. «La emisión de dióxido de carbono a la atmósfera también genera una acidificación de los océanos», recuerda el investigador. La actual disminución del pH (nivel de acidez) perjudica directamente a ecosistemas tan importantes como los arrecifes de coral que sufren un progresivo blanqueamiento hasta acabar muriendo. «Otro de los cambios que están produciéndose tiene que ver también con las corrientes oceánicas», señala. En el Atlántico norte el debilitamiento de la corriente del Golfo, un sistema de calefacción natural para Europa, amenaza con alterar el clima del continente.

Las especies que viven en los océanos están sufriendo además una presión sin precedentes debido a la sobrepesca. «Si la población mundial crece, también aumentan las necesidades de proteínas, este caso del pescado que se obtiene de los mares. El problema es que los stocks pesqueros solo son capaces de soportar un nivel determinado. En el futuro será fundamental la pesca sostenible y también el desarrollo de la acuicultura como alternativa a la explotación pesquera», asegura el científico gallego.

Los océanos se están convirtiendo también en un gran estercolero. Cada año reciben millones de toneladas de basura, especialmente de plástico. «Existe un problema serio sobre todo con los microplásticos. El daño que generan las piezas grandes lo conocemos bastante bien. Todos hemos visto como mamíferos fallecen por haber devorado grandes dosis de plástico. Lo que no tenemos tan claro son los efectos que pueden producir los microplásticos en los organismos marinos», termina Bellas. Hoy se celebra el Día Mundial de los Océanos. El futuro de la humanidad depende de la salud de nuestros mares.