El Gobierno reabre la reforma de la Constitución

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

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La ministra Batet considera «urgente, viable y deseable» modificar la Carta Magna y apunta a la comisión territorial del Congreso como el marco para encontrar un encaje legal a Cataluña

10 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuevo paso del Gobierno socialista para liberar tensiones en Cataluña. Esta vez ha sido a cargo de la que se promete como una de las personas clave en la materia en el nuevo Gabinete, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, quien ayer consideró «urgente, viable y deseable» la necesidad de reformar la Constitución como única vía para «superar la crisis institucional» y, en especial, la «territorial» que atraviesa España. Planteó incluso recuperar algunos artículos del Estatuto catalán que fueron anulados. Batet realizó estas declaraciones en Barcelona, en la sede central del PSC, en el marco de unas jornadas organizadas por la rama catalana de su partido bajo el título Reforma constitucional, federal y con derechos. La que a partir de estos momentos se convertirá en una de las principales interlocutoras de la Moncloa con Cataluña considera que lanzarse a la modificación de la Carta Magna es una empresa «viable», para la que España está perfectamente preparada.

La ministra ha invitado a las principales fuerzas políticas con representación parlamentaria a que participen en la comisión territorial impulsada unos meses atrás en el Congreso por Pedro Sánchez. En ella no participan ni Podemos, ni los nacionalistas ni los independentistas, y todos los grandes expertos que han acudido a ella, muchos de ellos invitados por el Grupo Socialista, han coincidido en que no se trataba del mejor momento para lanzarse a abrir el candado de la Constitución, asunto para el que debería alcanzarse al menos el mismo consenso que el obtenido en el año 78.

Batet, que es vocal de su partido en esa comisión parlamentaria, volvió a repetir la idea fijada el día anterior por la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, de diálogo, pero con la Constitución en la mano, aunque de una manera mucho menos firme y contundente. «Las demandas ciudadanas no pueden agotarse en la aplicación de la ley y la Constitución, cosa que por otra parte es fundamental», dijo en un mensaje repleto de ambigüedades.

De cara a lograr un entendimiento con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, la titular de Política Territorial se comprometió a analizar las demandas presentadas en su día por Puigdemont, salvo la del derecho de autodeterminación, así como la revisión de leyes catalanas tumbadas por inconstitucionales.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, celebró las palabras del nuevo Gobierno socialista. «Todas las propuestas son bienvenidas», comentó, aunque sin moverse ni un centímetro del discurso pronunciado en su toma de posesión, en el que afirmó que su gran objetivo es la construcción de la república catalana.

Un encuentro sin fecha

Quim Torra reconoció que todavía no se ha concretado una fecha para su encuentro con Sánchez: «Parece increíble que la reunión con el presidente del Gobierno esté tardando tanto en producirse», dijo al considerar que los dos Gobiernos necesitan soluciones «de forma urgente». En esa reunión que mantendrá con Sánchez, Torra insistió en que no habrá límites previos, y que solo se plantea acudir «a una negociación sin condiciones» para hablar «de lo que importa al país, de la situación de los derechos y libertades, y también del derecho a la autodeterminación», concretó durante su visita de ayer a la localidad de Palamós.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, también se mostró partidario de reformar la Constitución, pero solo «para suprimir aforamientos, reformar o cerrar el Senado o cambiar el sistema electoral, y no para inventarse una nación de naciones», publicó en las redes sociales.

En el PP, García Albiol se mostró dispuesto a mantener con vida la comisión territorial para debatir sobre la reforma constitucional, aunque advirtió a Sánchez que estarán «vigilantes» de que no se «satisfaga» la voluntad de los independentistas.