El decomiso de grandes alijos no frena el poder económico de los narcos gallegos

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

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ANDREAS ARNOLD | Efe

El precio de la coca en la calle no subió en 15 años pese a la gran presión policial ejercida

14 jun 2018 . Actualizado a las 07:22 h.

Un gramo de coca a pie de calle cuesta hoy lo mismo que en el 2003: de 50 a 60 euros. El hecho llama la atención de los implicados en la cruzada contra el narcotráfico. «Los últimos 15 años han sido los más profesionalizados policialmente. Desmantelamos muchas organizaciones, sobre todo sus infraestructuras, y les hicimos daños económicamente quitándoles alijos, pero su poder financiero sigue siendo fuerte. Solo hay que recordar que el precio de la droga no sube en las calles desde hace años, y eso es un síntoma claro de su poder real», expone un agente policial con años de experiencia. Otro compañero añade: «Las organizaciones funcionan igual que auténticas empresas, todos saben sus cometidos y se organizan por departamentos. También hacen sus números: calculan las ganancias sabiendo que existe un margen de pérdida si los cogemos. Pero si las cuentas, en el balance económico del año, aportan ganancias, irán a por todas».

El propio jefe del Grupo de Respuesta Especializada en Crimen Organizado (Greco) de la Policía Nacional en Galicia, Emilio Rodríguez, lo expuso en La Voz el 23 de abril: «Si se envían seis alijos de coca y solo entra uno, el negocio ya salió redondo». Se trata de una regla de tres preocupante, porque en Galicia, desde que desembarcó dicha sustancia en los años ochenta, nunca cesó el flujo en las calles: «No interrumpimos el suministro ni un fin de semana en treinta años, es frustrante», añade otro agente con decenas de investigaciones a la espalda, que matiza: «Y eso que muchos de los grandes jefes de la droga han ido cayendo. Pero vienen otros, y la única verdad es que en la calle sigue vendiéndose coca al mismo precio que hace casi veinte años».

Incluso la cesta de la compra de la droga a pie de calle en España cuenta con estadísticas que apoyan estas versiones policiales. Son los informes del Centro de Investigación contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco). En su edición del 2017, este organismo publicaba que la dosis de clorhidrato de cocaína pasó de los 18,69 euros a los 19,40, mientras que el gramo subió de los 57,57 euros a los 58,55. Y así, sin sobrepasar la barrera de los 60 euros en Galicia, el negocio sigue prolongándose sábado a sábado. Concluye uno de los investigadores que la variación de los precios depende también de lo cortado que se venda el opiáceo. Sobre esto, las últimas memorias del Plan Nacional sobre Drogas evidencian, mediante analíticas, que la cocaína se inhala cada vez más adul- terada.

«Los adolescentes de ahora tienen un dinero que antes no se manejaba, y la tentación está a la vuelta de la esquina»

Marcos Canosa

Se suceden las investigaciones y los decomisos de alijos, pero la actividad criminal no frena. En lo más bajo de la pirámide del narcotráfico, la calle, los consumidores gallegos siguen teniendo a su alcance las sustancias ilícitas más comunes: cannabis, cocaína o éxtasis, amén de la heroína. Esta parte del problema la conocen en la Asociación Érguete de Axuda ao Toxicómano, de Vigo, que lleva desde 1985 ayudando a miles de personas de todas las edades a salir del pozo de las adicciones.

-¿Es más fácil ahora que antes comprar coca en la calle?

-Los jóvenes no tienen que buscarse mucho la vida para comprar lo que quieran en la calle. El acceso lo tienen fácil, todo circula con normalidad, tanto el tema del cannabis como la coca o las drogas de diseño. En el mundo de los adolescentes es bastante asequible y sencillo.

-¿Qué se mejoró con las campañas de prevención y policiales hechas durante 30 años para al menos cortar el acceso de estas sustancias a los jóvenes?

-No lo sé... Tengo dudas de que hayamos avanzado en ese sentido, ahora todo es mucho más fácil. Hay que tener en cuenta que a golpe de Internet puedes acceder a lo que quieras, y todo mejor que lo que había antes, que era mucho más complicado: tenías que ir a determinadas zonas. Me refiero a cuando empezó la venta de estas sustancias. Entonces no se vendía en todos los sitios, tenías que ir a puntos concretos, y ahora no es así, está muy normalizado. El acceso al cannabis sobre todo, esta ahí, al lado de nosotros: no hay problema en ese sentido. Circula con mucha facilidad.

-Insiste en mencionar el cannabis...

-Sigue marcando el inicio de los adolescentes en el consumo de drogas, con el alcohol. Luego vienen la coca y las drogas de diseño.

-¿A qué edad ya puede consumir un joven regularmente coca durante los fines de semana?

-A partir de los 17 o 18 años de edad. El cannabis ya se empieza uno o dos años antes.

-El cannabis es más asequible económicamente, pero la coca tendría que ser inasumible para el bolsillo de un adolescente, ¿o no?

-No es barata, pero tampoco tan cara como se puede pensar. Hay que tener en cuenta que los adolescentes de ahora tienen un dinero que antes no se manejaba y la tentación está a la vuelta de la esquina. En los propios centros escolares, si quieres, hay compañeros que siguen proporcionado cannabis. La coca ya se mueve más en ambiente de salir de noche, pero las pastillas también se pueden comprar en el colegio.

Rivas coordina la asociación que, junto a la fundación, forma Érguete