El monzón atemoriza a Tailandia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Investigan si el entrenador de los niños atrapados en una cueva los sometía a un ritual iniciático

05 jul 2018 . Actualizado a las 07:50 h.

El optimismo reina en Playa Pattaya, la cámara abovedada natural de la cueva Tham Luang en la que se encuentran atrapados desde el día 23 el entrenador y los doce niños que componen el equipo de fútbol Jabalíes Salvajes. Aunque el final de su odisea es todavía incierto, todos ellos se mostraron especialmente felices en dos nuevos vídeos publicados ayer por las fuerzas de élite de Tailandia, encargadas junto a un nutrido número de especialistas extranjeros de la complicada extracción de los chavales.

Los trece se grabaron haciendo una breve introducción de sí mismos en un vídeo lleno de sonrisas que también tuvo una nota hilarante: cuando parecía que habían hablado todos, uno de los pequeños se quejó de que se habían olvidado de él y provocó una carcajada general. Sin duda, es una escena muy diferente a la que se encontraron los dos espeleólogos británicos el lunes, cuando dieron con el grupo: entonces se encontraban cansados, hambrientos, y con atrofia muscular.

Ahora cuentan con el apoyo médico y psicológico de sanitarios que se han presentado voluntarios para acompañar al equipo de fútbol durante el resto de una odisea que tiene en vilo a Tailandia y que ha dado la vuelta al mundo. Gracias a sus cuidados van recuperando la forma física y curando los pequeños cortes que se habían hecho. Es el primer paso para tratar de iniciar su evacuación. Ese, sin embargo, es un proceso que no provoca ninguna sonrisa fuera de la cueva.

De hecho, después de la euforia inicial tras su localización, las autoridades están preocupadas por la peligrosa operación que deben realizar los especialistas para sacar a los adolescentes. Y reconocen que estará determinada por la meteorología. Hasta ahora, ha sido benévola y ha permitido trabajar a los equipos de rescate. No ha llovido a pesar de que ya ha comenzado el monzón en Tailandia, y si las precipitaciones no hacen acto de presencia es posible que las bombas saquen agua suficiente como para que el grupo sea evacuado andando o flotando. Aunque incluso en ese caso tendrían que bucear algunos trechos breves.

Desafortunadamente, los meteorólogos no dan buenas noticias. Auguran tormentas para el fin de semana, y añaden que las lluvias podrían continuar durante meses. Eso no solo complicaría la evacuación, también podría hacerla completamente inviable.

De ahí la premura de las autoridades tailandesas, que ayer ya pusieron en marcha las primeras lecciones de natación. Los niños -de entre 11 y 16 años- no saben nadar, y lo primero que hicieron los especialistas fue enseñarles a respirar con una máscara. 

Sospechas del porqué

Mientras, las dudas sobre cómo llegaron hasta el interior de la cueva se suceden. La cueva de Tham Luang es una de las más largas y profundas de Tailandia. No obstante, una advertencia deja muy claro que no se debe acceder a ella en temporada de lluvias. Por ese motivo, muchos se preguntan si el entrenador de fútbol de los doce chicos atrapados en su interior, Ekkapol Chantawong, cometió una grave imprudencia al dejarles acceder y llevarles tan adentro, informa Colpisa.

Por qué lo hizo no está claro. Hay quienes sostienen que buscaban resguardarse de la lluvia, pero eso no explica que se adentraran varios kilómetros. Otros aseguran que se trataba de un ritual de iniciación para los adolescentes, que tenían que alcanzar Playa Pattaya -donde quedaron atrapados- y escribir allí sus nombres. Que dejasen fuera su calzado parece confirmar esa teoría. En cualquier caso, la idea no fue la mejor. Y, por eso, el Gobierno ya ha dejado caer la posibilidad de iniciar acciones legales contra él.

Sin embargo, otros hacen hincapié en que Chantawong ha logrado mantener con vida a doce niños en total oscuridad, sin comida y sin agua potable.