La adolescente fue operada en el Hospital de La Paz de Madrid y volverá a casa esta semana
15 jul 2018 . Actualizado a las 14:35 h.Andrea Nicole Quijada, de 14 años, llegó a España el 5 de abril de este año. Dejó su país tras varios meses de lucha contra un tumor raro, llamado desmoide paravertebral izquierdo, de unos 30 centímetros de diámetro, que salía por su espalda y afectaba gravemente a muchos de sus órganos vitales.
Este tumor le impedía moverse con facilidad y según la adolescente también le «quitaba el apetito, y las noches eran muy molestas, porque apenas podía dormir», a veces, asegura, tenía que «tirarse al suelo», para que se le aliviara un poco el dolor. «No podía hacer una vida tan normal como las demás personas y si salía era sólo a hacerme curas, porque me cansaba muy rápido, estaba muy dolorida porque era un tumor de gran tamaño y con un olor desagradable que me daba incluso vergüenza», relata Andrea.
En Panamá, los médicos no pudieron ayudarla; tampoco encontró alternativas en Estados Unidos o Colombia. Tras varios meses de agonía, Andrea y su familia terminaron rendidos «esperando un final» que podría haber llegado debido a alguna infección o al aplastamiento de alguno de sus órganos.
Como un último aliento de vida, logró que, a través de un periodista panameño, la Fundación Olloqui por la Infancia conozca su caso y la ayudara a venir a España. En 48 horas, los vecinos de su comunidad y trabajadores de los medios de comunicación de su país lograron recaudar más de 60 mil dólares para que pudiera viajar.
Seis días más tarde fue intervenida en el Hospital La Paz de Madrid, donde le extirparon una parte del tumor, en una cirugía que se extendió durante unas ocho horas. En una segunda operación le retiraron la parte ventral del tumor y dos semanas fue intervenida por tercera vez para extirparle una recidiva de la enfermedad que afectaba a la zona paravertebral.
El pasado jueves recibió el alta hospitalaria y ahora espera su regreso a Panamá, previsto para el 19 de julio. Andrea dice que tiene muchas ganas de «volver a Panamá, para ver a su familia, a sus hermanos, poder hacer actividades que antes no podía y volver a la escuela a seguir estudiando». «Poder trazarme un futuro lleno de metas y sueños por cumplir».
La adolescente ya piensa en «pasear, nadar o bailar» al llegar a su país. En un plazo de seis meses, tiene previsto volver a España para una nueva revisión en el hospital madrileño.
Andrea ha confesado que aunque para ella «ha sido muy difícil», pesaba más «la esperanza» que el miedo, y que «gracias a la gente que ha tenido alrededor» en España y que la ha apoyado, ha podido ver «que se podía hasta creer en lo imposible».