Ortega intensifica la represión contra los bastiones opositores

héctor estepa MANAGUA / LA VOZ

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Rodrigo Sura | EFE

La ofensiva a cargo de civiles armados deja otros cinco muertos

16 jul 2018 . Actualizado a las 09:00 h.

La denominada Operación Limpieza continúa en Nicaragua. Fuerzas de civiles armados progubernamentales, en conjunción con la Policía Nacional, se presentaron ayer en las localidades de Masaya, Diriá, Diriomo y Niquinohomo para acabar con las barricadas y los bloqueos viales que los manifestantes opositores mantienen en esos municipios. Al cierre de esta edición se registraban al menos cinco muertos causados por la ofensiva de los leales al presidente Daniel Ortega.

Las «fuerzas combinadas» oficialistas se emplearon a fondo para derribar las barricadas y bloqueos viales mediante excavadoras y camiones. Los tiroteos en las localidades donde se realizó la operación empezaron muy temprano. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) informó de que la policía y los civiles pro gubernamentales armados asaltaron el centro hospitalario de Masaya y negaron la atención a los heridos. Los activistas reclamaron la apertura de un «canal humanitario de evacuación» para trasladar a los heridos a la capital, situada a 28 kilómetros de distancia.

En Diriá, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) denunció el asesinato a sangre fría del dirigente Almer Morales y su hermano Allan Morales, por parte de los civiles orteguistas armados. En Managua, el líder campesino opositor, Medardo Mairena, fue llevado a juicio tras haber sido detenido la pasada semana en el aeropuerto de Managua. La policía lo acusa de ser el autor intelectual del ataque a una delegación policial en Morrito, al sur del país, en el que murieron cuatro policías y dos civiles. Los opositores han reclamado su liberación.

Las autoridades intentan transmitir control. «Los municipios de Diriá y Diriomo, en el departamento de Granada, ya están liberados y la población puede circular con tranquilidad y seguridad, para realizar sus actividades cotidianas», anunció a media mañana el portal oficialista el19digital. El Gobierno comunicó el pasado día 9 su intención de «defender la seguridad, la paz, el derecho a la vida y el ejercicio de los derechos fundamentales de todos los nicaragüenses», de acuerdo con las leyes de la República.

Pero lo cierto es que casi tres meses de protestas antigubernamentales han dejado más de 350 muertos, según organizaciones nicaragüenses de Derechos Humanos. «El Estado parece ignorar el diálogo. Nicaragua debe garantizar la vida de las personas y respetar el debido proceso legal», reclamó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La presión internacional contra Ortega creció ayer. El Gobierno español, por ejemplo, pidió «soluciones políticas» e hizo un llamamiento «al cese de toda violencia» y a retomar la vía del diálogo suspendido hace semanas. «La brutal ofensiva es reprensible. Debe poner fin al derramamiento de sangre y respetar las aspiraciones democráticas del valiente pueblo nicaragüense», dijo, por su parte, el congresista republicano, John McCain.