Uribe dimite como senador para no ser juzgado en el Supremo

HÉCTOR ESTEPA BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Giorgio Viera | EFE

El expresidente colombiano figura como investigado en un caso de corrupción y prefiere acudir a la Justicia ordinaria

26 jul 2018 . Actualizado a las 07:27 h.

Problemas para el expresidente Álvaro Uribe. El político antioqueño, que gobernó Colombia entre el 2002 y el 2010, anunció ayer su renuncia al Senado, recién inaugurado, tras haber sido el político más votado en las legislativas de marzo. Tomó la decisión tras ser llamado a una indagatoria por el Tribunal Supremo en un caso de soborno y fraude procesal. «Me siento moralmente impedido para ser senador. Enviaré mi carta de renuncia para que mi defensa no interfiera con las tareas del Senado», escribió el expresidente en Twitter.

El caso viene de largo. Uribe denunció hace seis años a Iván Cepeda, senador del izquierdista Polo Democrático, por haber estado visitando a testigos en varias prisiones para manipular sus declaraciones y conseguir relacionar a Uribe con los paramilitares.

La denuncia fue archivada el pasado 16 de febrero. El Tribunal Supremo dijo ese mismo día que no era cierto que Cepeda hubiese presionado a testigos para declarar contra Uribe, sino que, según las pruebas, era todo lo contrario.

Un nuevo proceso fue abierto el pasado 10 de abril. Esta vez con la lupa puesta en el expresidente. El Supremo explicó ayer que tenía nuevas pruebas que «condujeron a abrir investigación formal» contra Uribe. «El comunicado de la es ya un prejuicio», apuntó ayer el expresidente, que cree que el Supremo está politizado en su contra.

Órgano politizado

La oposición cree que la renuncia de Uribe sería una jugada estratégica. Podría sacar el caso del Supremo, al perder el ex presidente su condición de aforado, y pasarlo a un tribunal más favorable. «La renuncia de Álvaro Uribe al Senado es para evadir investigación», dijo ayer el líder de la oposición, Gustavo Petro.

Uribe desechó tal posibilidad. «Nunca he eludido al Tribunal Supremo para que ahora inventen que la renuncia al Senado es para quitarle la competencia. La acusación que me hacen la basan en hechos realizados en el tiempo que ejerzo como senador, lo cual mantiene la competencia del Tribunal», señaló el expresidente.

Su renuncia resta poder de oratoria al uribista Centro Democrático en el Congreso. El expresidente es el mayor líder de opinión del país. Probablemente el político más querido, y también el más odiado. El uribista Iván Duque, presidente electo, defendió la «honorabilidad e inocencia» de su mentor, que no podrá defender su presidencia desde el Senado.