Caos en las principales ciudades en la mayor protesta de la historia del sector

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PIERRE-PHILIPPE MARCOU | afp

Cientos de vehículos colapsaron el madrileño paseo de la Castellana

18 ene 2019 . Actualizado a las 18:33 h.

Familias con niños, personas mayores o con movilidad reducida. Esas son algunas de las pocas cesiones que hicieron ayer los taxistas en ciudades como Madrid o Barcelona durante la que es ya la mayor movilización del gremio en la historia de España. Piden disculpas a los usuarios, pero, como avanzó la Federación de Autónomos del Taxi de Galicia, están defendiendo «un servicio de taxi público y de calidad». La protesta de la calle dio también el salto al terreno político al acusar el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, al Gobierno de haber roto el consenso entre el sector y las VTC.

Porque, a medida que avanzan los días, las manifestaciones van in crescendo extendiéndose por toda España y colapsando los principales ejes de comunicación y vías de las grandes ciudades. Un ejemplo fue lo sucedido en Madrid, donde ayer los taxis tomaron el paseo de la Castellana, al ocupar ocho de los diez carriles de circulación de una de las principales arterias de la capital hasta llegar al Ministerio de Fomento. Fue allí donde concentraron su protesta a la espera de ver qué ocurría en la reunión mantenida con los representantes del ministerio y que no logró desconvocar una protesta que también dejó con los servicios mínimos los principales centros de transporte de la ciudad: el aeropuerto de Barajas o las estaciones de tren de Atocha y Chamartín.

En el caso de Barcelona, lugar de inicio de las protestas, las movilizaciones también discurrieron por puntos clave de la capital. Según la Guardia Urbana, unos 1.500 taxis colapsaron la Gran Vía de las Cortes Catalanas, impidiendo así la circulación por el paseo de Gracia. Al cierre de esta edición, las protestas se mantenían en esa arteria de la capital catalana, donde ya suman tres noches con los vehículos amarillos y negros transformados en tiendas de campaña. El Prat, uno de los aeropuertos españoles con más tráfico aéreo tras el Adolfo Suárez, de Barajas, no puede estos días cumplir con este servicio público. No descartan acabar bloqueando el puerto de Barcelona y la frontera con Francia, de continuar con las protestas.

Otras comunidades

En otras ciudades el seguimiento de la huelga fue dispar. Según Efe, en Valencia los taxistas pararon sus vehículos en los dos carriles centrales de la calle Colón, en la que se encuentra la sede de la Delegación del Gobierno, tras realizar una marcha lenta que discurrió por la A3. En el País Vasco, la Ertzaintza interpuso varias denuncias contra taxistas que formaron parte de una caravana entre el aeropuerto vizcaíno de Loiu y Bilbao por conducir a una velocidad anormalmente reducida. Los taxistas de Navarra pararon siete horas, mientras en Cantabria el colectivo comenzó dos jornadas de huelga con un seguimiento alto. El sector también se sumará a los paros en Andalucía.

Casado acusa al Gobierno de haber roto el consenso entre el sector y las compañías de VTC

En Barcelona no descartan colapsar el acceso al puerto y a la frontera con Francia