Asturias, la gran derrotada de la crisis

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

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PACO RODRÍGUEZ

El Principado presenta los datos más negativos de la variación del PIB entre 2008 y 2017. No ha recuperado las cifras previas a la recesión

23 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras una década de Gran Recesión las instituciones económicas comienzan a dictar un final difuso de la crisis con resultados desiguales. Si en Grecia se anunciaba días atrás el principio del fin de los rescates, en España han comenzado a medirse indicadores positivos a nivel macroeconómico pero en un escenario todavía intensamente marcado por la pérdida de poder adquisitivo para las rentas del trabajo y la precariedad y temporalidad laboral. A la hora de medir el impacto de la crisis en en el Producto Interior Bruto (PIB) de las distintas comunidades autónomas, las cifras revelan que la recuperación en España ha sido también profundamente desigual entre los territorios, con muchas mejores perspectivas para las comunidades del litoral mediterráneo y con una comunidad especialmente derrotada: Asturias.

La media estatal de variación del PIB señala que en 2017 se logró recuperar, después de un crecimiento intenso en los últimos ejercicios, la cifra que había a comienzos de la crisis, en 2008, incluso con un aumento del 4% pero no para todos o no al menos de forma homogénea. Frente a los fuertes incrementos de comunidades como Baleares (con una variación positiva del 10% entre el PIB de 2008 y el de 2017); Madrid (8,9%) o Cataluña (6,8%); en Asturias todavía se arrastraban cifras negativas, con una variación que refleja una pérdida del -5,3% entre los datos de uno y otro año. El Principado tenía en 2008 un PIB nominal de 23.989 millones de euros y en 2017 aún no había logrado igualar esos números y se quedaban con 22.708.

También presentan datos negativos Castilla La Mancha y La Rioja pero las peores se dan en Cantabria y País Vasco. Los datos se ceban en el noroeste peninsular con la excepción del Galicia, que igualó la media nacional gracias un incremento relevante, de hasta el 50%, en las exportaciones, apoyado en sectores como el textil, el naval o el automóvil.

La losa del envejecimiento

A la hora de buscar las causas para la derrota asturiana se han señalado diversos factores, uno de ellos el peso de una industria que se vio desplazada en favor de comunidades del centro y el Mediterráneo. Territorios como el País Vasco --también con un relevante peso de la industria en su economía-- o Navarra disfrutan de un sistema de financiación distinto, el foral, que les permitió contar con más recursos a la hora de capear el temporal. Pero por encima de todo, se ha señalado el impacto del envejecimiento y la pérdida de población, que en Asturias es muy acusado, el mengua de capacidad para hacer frente a la recesión. En este sentido, el informe de BBVA Research señalaba el invierno demográfico afecta en un doble sentido, tanto por la migración de jóvenes como por el envejecimiento de la población; y todo ello genera economías con mayores tasas de ahorro y menores niveles de inversión, lo que termina por afectar al crecimiento potencial. Así apunta que mientras los jóvenes son más proclives a realizar nuevos proyectos, los mayores prefieren ahorrar para los años de jubilación.

El castigo presupuestario

En todo este tiempo, Asturias sufrió además una merma muy relevante de inversiones desde el conjunto del Estado. Ha sido una década en la que han estado paralizadas o con importantes retrasos grandes infraestructuras como la Variantes de Pajares, se padeció una suspensión de fondos mineros pendientes que terminó por reclamarse en los tribunales y que todavía no ha llegado a recuperarse del todo y además en los sucesivos mandatos de los Ejecutivos de Mariano Rajoy, la caída de inversión destinada a Asturias en los presupuestos generales del Estado menguó hasta niveles no ya anteriores a la crisis sino a la introducción del euro.

Para este 2018, la inversión prevista en los presupuestos generales para Asturias se incrementó casi en un 10% respecto al año anterior, pero es que se partía de una situación muy baja y se trató además de un aumento por debajo de la media del conjunto de comunidades. Se fijaron un total de 232 millones de euros destinados a Asturias en 2018 frente a los raquíticos 211 del anterior proyecto presupuestario. Las mayores partidas llegaron al Principado durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero. En 2009, las inversiones dedicadas a Asturias por el Estado alcanzaron la cifra de 1.019 millones de euros, y bajaron (un poco) en 2010 para quedarse en 923, casi un millar de millones de euros al año durante dos ejercicios consecutivos. En 2011, se redujeron ya casi a la mitad esos fondos, hasta los 556 millones y comenzaron una tónica de descensos que se ha prolongado casi sin interrupciones durante toda una década. Volvió a bajar la inversión en 2012 (con 506 millones de euros para Asturias); de nuevo en 2013 (con un descenso del 13% hasta los 426 millones de euros) y pareció que se había tocado suelo cuando el desplome del 31% se reflejó en los presupuestos generales del Estado de 2014 con una inversión destinada a Asturias ya de apenas 291 millones. En 2015 remontó un 12% con 333 millones y luego volvieron a bajar un 7% hasta llegar a los 307 en 2106 hasta que 2017 registró el mayor desplome, una caída del 31% hasta los 211 quedando Asturias como la cuarta comunidad en la que más bajaron las inversiones en el conjunto del Estado. 

El gran salto de 2017

Y, pese todo, y en cierto modo de forma inesperada para muchos espectadores, la economía asturiana dio un salto espectacular de crecimiento el año pasado. En marzo, el INE dio cuenta de que el Producto Interior Bruto (PIB) del Principado se incrementó el año pasado mucho más de lo que apuntaban los analistas (+3,5%), y registró el segundo mejor porcentaje de todo el país. Todas las ramas de actividad mejoraron respecto al ejercicio anterior, aunque son la industria y los servicios los que lo hicieron con más fuerza.

Asturias fue así la segunda comunidad autónoma que más creció en 2017, un 3,5%, cuatro décimas por encima de la media nacional, aunque su Producto Interior Bruto (PIB) por habitante se situó un 11,9% por debajo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Eran los datos datos a conocer por el INE de la primera estimación Contabilidad Regional de 2017 y que reflejaban que el PIB por habitante de Asturias se situó, según estos datos, en 22.046 euros frente a los 24.999 del conjunto del país. A la cabeza se situaron Aragón, Asturias y Madrid, con crecimientos del 3,6, el 3,5 y el 3,4%, respectivamente, seguidas por Murcia y Cataluña, ambas con el 3,3 % y por Cantabria y la Comunidad Valenciana, con el 3,2 en ambos casos.