Acusó a Asia Argento de abusar sexualmente de él en una habitación de un hotel de California cuando era menor. Hoy tiene 22 años: ¿de dónde ha salido? ¿Dónde ha estado hasta ahora?
24 ago 2018 . Actualizado a las 09:22 h.Asia Argento y Jimmy Bennett se conocieron en el año 2004, durante el rodaje de El corazón es mentiroso. Dirigida y protagonizada por la propia italiana, la película, semilla de su vínculo, tiene ya lo suyo: está basada en una novela homónima firmada por un tal J. T. Leroy, «amigo» de Argento, un escritor que hizo creer al mundo que las aberraciones especificadas en las páginas de sus libros eran un relato fiel de su deriva vital, miserable y calamitosa. El tipo, en realidad, ese del que se decía que había sido secuestrado y violado antes de los cinco años, el que había empezado a prostituirse a los 12 y al que se ubicaba en un centro psiquiátrico a los tempranos 16, no existía. Él era ella: Laura Albert, acomplejadísima con su físico, autora en la sombra que echó mano de su cuñada cuando los depredadores editoriales, encantados con sus penurias (todito puro cuento), comenzaron a reclamar la presencia de Leroy en sociedad. Fue entonces cuando una escuálida rubia, escondida tras unas enormes y opacas gafas de sol, empezó a codearse con modernos. Courtney Love, Winona Ryder, Dennis Cooper, Bono. Asia Argento.
De la estafa literaria más descarada de lo que va de siglo nació la relación de Argento y Bennett, hoy a debate en los corrillos de medio mundo. Porque ingredientes no le faltan para dar conversación: un supuesto caso de acoso sexual, un menor (él), una compensación económica para coser bocas, una rotunda negación de los hechos, y fotos y conversaciones comprometidas que desmontan cualquier pretexto. Una víctima que era (parece ser) verdugo. Agítese bien fuerte.
Se remonta todo, decíamos, al año 2004, cuando para interpretar al pretendido alter ego de J. T. Leroy el equipo de cásting de El corazón es mentiroso seleccionó a un joven Bennett, que por entonces tenía 8 años. El niño se puso en la piel de Jeremiah, un chaval educado en un entorno fundamentalista (la casa de sus abuelos) que acaba prostituyéndose vestido de mujer después de que su madre, inestable politoxicómana, se lo lleve con ella. Y ella es Argento. Madre e hijo.
Ambos actores forjaron entonces, al parecer, una estrecha relación que se hizo íntima nueve años más tarde, en una habitación de hotel en Marina del Rey, California. Ella tenía 37 años y él acababa de cumplir 17. Según The New York Times, el diario que destapó el escándalo, los hechos sucedieron de la siguiente manera: Argento le dijo a Bennett si podían verse, estar a solas. Le dio alcohol, le besó, le desnudó y le practicó sexo oral. A continuación se acostaron, siempre según la versión del actor. El encuentro, que Bennett calificó de agresión sexual, causó en él tal trauma que resultó un obstáculo para seguir adelante con su carrera profesional -relató que, cuando sus padres le llevaron de vuelta a casa, se sentía «extremadamente confundido, avergonzado y asqueado»-. Llegó incluso a poner en riesgo su salud mental, tal y como especificó su abogado en un documento que Argento recibió tiempo después: el que un día fuera su hijo en la gran pantalla tenía intención de demandarla con todas las de ganar, porque en California la edad de consentimiento sexual está fijada en los 18. La italiana (en realidad, su marido) desembolsó 380.000 dólares el pasado abril para frenar el litigio, para enterrar discretamente sus trapos sucios, ella, voz personalísima del #MeToo, víctima con nombre y apellidos de los atropellos de Weinstein.
Consiguió contener el incendio, pero solo unos meses, hasta que Jimmy Bennett la vio erigirse como damnificada del escándalo del productor estadounidense: brava y demoledora, tomó la palabra en Cannes antes de entregar el premio a la mejor actriz para contar que había sido violada por Harvey Weinstein en ese mismo festival. «Era su terreno de caza (...) Nunca más será bienvenido», amenazó, puño en alto. Tres meses después, tragó saliva y se aclaró de nuevo la voz. «Estuve vinculada a Bennett durante varios años solo por amistad, una relación que terminó cuando después de mi exposición por el caso de Weinstein, él, que entonces estaba pasando por graves problemas económicos y que previamente había emprendido acciones legales contra su propia familia, inesperadamente me hizo una desorbitada solicitud de dinero», explicó, negando cualquier tipo de relación sexual con el joven y tachando de «absolutamente falsas» todas las informaciones que estos días han circulado sobre ella. La respuesta ha vuelto, de nuevo, a dejarla muda: el siguiente movimiento ha llegado primero con forma gráfica, una fotografía de ambos juntos en la cama, desnudos, aquel mayo del 2013. Y después, en sus propias palabras: una serie de mensajes de texto, supuestamente entre Argento y una persona cercana a la actriz, en los que reconoce haberse acostado con Bennett. Tuve sexo con él y se sintió raro (...). El público no sabe nada, solo lo que escribió The New York Times... El niño caliente me saltó». «¿Qué pasa con las fotos tomadas en la cama»?». «Se pueden ver mis tetas. Eso es todo. No significa una mierda».
¿Y dónde ha estado Jimmy Bennett todo este tiempo? ¿Emprendió acciones legales contra su propia familia? ¿Es la suya una de esas historias de niños actores abocados a la autodestrucción y al olvido? James Michael Bennett nació en Huntington Beach, California, el 9 de febrero de 1996. Hijo de padres hosteleros, hizo en televisión sus primeros pinitos en el mundo de la interpretación -apareció en varios episodios de las series The Guardian y Strong Medicine-. Apodado Jimmy two takes (Jimmy dos-tomas), pisó el acelerador de su carrera ya en el 2003 como hijo de Eddy Murphy en La guardería de papa, para saltar a continuación a El corazón es mentiroso y, de ahí, a papeles secundarios en Hostage, Firewall, Todopoderoso o Star Trek -como el James T. Kirk niño de Chris Pine, futuro capitán de la USS Enterprise-.
Paralelamente, combinó cameos en series -CSI, Everwood, Las chicas Gilmore- con gorgoritos al micro: Bennett se estrenó en el 2001 como solista, con éxito más que discreto, con Over Again.
Mientras tanto, sus padres, avispados, ya habían comenzado a aprovechar el filón de tener un niño actor en casa. En el 2009, montaron una crepería rockera con Jimmy como principal reclamo; el local llegó a ser incluso la localización de un programa de la MTV copresentado por Chloe Moretz y el propio Bennett. En el 2014, el joven demandó a sus progenitores por haberlo utilizado. Vaciaron sus cuentas. No le dejaron volver a casa. Al cumplir los 18 y recuperar el control de sus ingresos, se encontró con un millón de dólares menos.
Jimmy Bennett nunca logró volver a coger impulso. Argumenta, tras sacar todo a la luz, que fue el traumático episodio que vivió con Asia Argento el que le impidió remontar. Su abogado mantiene que ahora «seguirá haciendo lo mismo que ha hecho en los últimos meses y años: centrarse en su música».