Berlín estudia prohibir la compra de viviendas a extranjeros

p. baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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Jens Kalaene

Tomando como ejemplo Nueva Zelanda, busca reducir la escalada de precios

28 ago 2018 . Actualizado a las 07:59 h.

Alemania, el país en el que hasta hace poco la tendencia era vivir de alquiler, ya no sabe cómo frenar la burbuja inmobiliaria, especialmente en la capital y otras grandes ciudades. Pero en vez de atajar el problema de raíz, al cortar las alas a los fondos especuladores, que adquirieron bloques enteros de viviendas a precio de saldo en Berlín tras la caída del Muro en 1989 y hoy se han hecho de oro, las autoridades locales se plantean ahora medidas mucho más populistas.

De hecho, tienen puesta su mirada en Nueva Zelanda, que a mediados de agosto prohibió la compra de casas a extranjeros no residentes, con el fin de reducir la fuerte demanda de vivienda y provocar así una bajada de los precios. «También estamos considerándolo. El titular regional de Finanzas trabaja actualmente en propuestas para evitar la especulación», admitió en una entrevista publicada este lunes por el Frankfurter Allgemeine Michael Müller, alcalde de la capital.

Con 3,7 millones de habitantes, Berlín sufre una fuerte escasez de bienes inmuebles y un alza sin precedentes de los precios, que según datos de la Asociación Alemana de Bancos, subieron una media del 15,6 % en el 2017. Así como los alquileres, que en la última década se han incrementado en un 104 %, asegura el diario Tagesspiegel.

«Berlín es el doble de cara que hace diez años», escribió recientemente la web especializada en el sector Immowelt.de. La metrópoli, víctima de la gentrificación constante y que cuenta aún con numerosos terrenos vacíos en pleno centro urbano, resulta cada vez más atractiva para los grandes grupos inversores, como Blackstone o PriceWaterhouseCoopers.

Sin embargo, a ojos de los analistas, la propuesta del alcalde berlinés es poco factible. «La nacionalidad no tiene nada que ver, ni va a ayudar a identificar a aquellos que invierten solo con la finalidad de enriquecerse», asegura el experto inmobiliario del Instituto de Investigaciones Económicas DIW, Claus Michelsen, que en su lugar apuesta por crear un registro de compra y alquiler de vivienda en todo el país.

Además, parece probable que la iniciativa cumpla las leyes comunitarias. «La capital alemana es una metrópoli internacional con mucha demanda. No hay motivo para discriminar a grupos enteros de clientes», critica Klaus Peter Hesse, director de la comisión central inmobiliaria ZIA.