Cerca de 300 empresas abandonaron Cataluña desde junio por el desafío

m. l. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

JOSÉ ALONSO

Ya son más de 2.000 las sociedades que desde enero se trasladaron a otras comunidades

03 sep 2018 . Actualizado a las 11:50 h.

El desafío independentista no cesa de perjudicar a la economía de Cataluña, pues la fuga de empresas ubicadas en esa comunidad continúa hacia otras, la mayoría para Madrid, pero también hacia Baleares, Valencia y Galicia. En esta última han recalado al menos dos de las 53 sociedades que abandonaron Cataluña en el mes de agosto. Con estas huidas ya son 5.233 las compañías que no están dispuestas a continuar en una comunidad cuyos dirigentes ponen su seguridad en riesgo. Así, entre el conflictivo octubre del año pasado, que comenzó con la celebración del referendo ilegal convocado por los independentistas, y en diciembre de ese año fueron 3.200 las empresas que optaron por marcharse de Cataluña. Este goteo incesante arroja un cómputo de 1.890 que se fueron de la región en el primer trimestre de este año y que ya suman 2.033 en los primeros ocho meses del 2018.

Entre el medio centenar que escogieron el mes de agosto para instalarse en otras comunidades, hay dos sociedades mercantiles (la textil Lake Sevan y el Grupo Inmobiliario Kasa) que renunciaron a sus instalaciones en Barcelona para ubicarse en A Coruña.

En julio, fueron 90 las empresas que optaron por dejar Cataluña e instalarse en otras comunidades, entre ellas Fedalan Vicris, dedicada a la administración de participaciones en otras compañías, y que dejó la capital catalana para instalarse en el municipio pontevedrés de Covelo.

Pero la cifra récord del verano se registró en junio, mes en el que 149 compañías, según el Boletín Oficial del Registro Mercantil, cambiaron su sede. Se trata de entidades de todo tipo, grandes empresas, medias y pequeñas.

Un 17,3 % de depósitos menos

La inseguridad jurídica por el desafío independentista también ha provocado una reseñable fuga de capital de Cataluña. Así lo reconoció el propio Gobierno autonómico en un informe publicado por la Consejería de Economía en agosto. La huida de depósitos, muchos a través de lo que se conoce como cuentas espejo abiertas en sucursales en el resto de España, se dispararon tras las sesiones parlamentarias de septiembre pasado en las que se aprobaron las leyes del referendo y de transitoriedad. Las consecuencias en las cuentas privadas fue una «disminución de los depósitos bancarios del sector privado residente a Cataluña del 17,3 %, mientras que a escala estatal crecieron el 0,5 %», según el informe de la consellería dirigida por Pere Aragonés.

Pues bien, pese a esta calamitosa situación, los sectores más irreductibles del movimiento soberanista quisieron aumentar la guerra empresarial. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) propuso elaborar un listado público de empresas que apoyan o se han mantenido fieles al desafío secesionista.

Torra arenga a los independentistas para que aumenten la presión y vuelvan a la calle para crear un otoño caliente

STEPHANIE LECOCQ | efe

cristian reino/ mateo balín

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se adelantó ayer al arranque del curso político, anunciando un «otoño complicado», en el que pidió al secesionismo que «vuelva a la calle para dar fuerza a la república catalana». Torra exige sacrificios a los independentistas para salir a la calle de manera masiva, primero en la manifestación de la Diada del 11-S, como también tras la sentencia del juicio contra los líderes del desafío, prevista para el invierno o en las conmemoraciones del 1-O y del 27-O, que tomarán el pulso al grado de movilización de los secesionistas, tras un año en que se les prometió alcanzar la cima y no acaban de apreciar los avances en el camino hacia la independencia. Ante las «durísimas» penas que podrían dictarse en el juicio, según vaticinó, «la reacción que ha tenido el pueblo hasta el momento es evidente que en los próximos meses hace falta que se acentúe», afirmó en una entrevista en el Punt-Avui, concedida junto a Carles Puigdemont, al que sigue otorgando un papel central en el liderazgo.

Puigdemont aprovechó la entrevista para asegurar que quién manda es Torra, y seguir con proclamas hacia los suyos con el mensaje de que si esta legislatura se materializa la república -como si eso fuera posible-, no se volverá a presentar.

Nuevo pulso

Torra adelantó que «el proyecto va de la restitución a la Constitución catalana, y pensamos que ya ha llegado el momento de pasar a la segunda fase, la de recuperar la iniciativa», avisó. Y advirtió a Pedro Sánchez de que el independentismo no renunciará a continuar con el desafío independentista. «Si alguien pretende que en estos ámbitos de negociación los catalanes no planteemos una y otra vez el derecho de autodeterminación, la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados es que no entiende el punto en el que está Cataluña», sentenció.

Esa tensión que expresa en sus palabras es la misma que busca la demanda que Puigdemont presentó en Bélgica contra el juez Pablo Llarena para prolongarla hasta el juicio contra los líderes del intento de golpe al Estado desde las instituciones autonómicas catalanas. Será mañana cuando se celebre la vista preliminar para saber la decisión del juzgado belga de admitirla o no a trámite, pero ya ha logrado los objetivos que buscaba: dar visibilidad a la internacionalización del conflicto e interferir en la agenda política nacional.