El fenómeno que convierte a Florence en un huracán devastador

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

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En las últimas horas el huracán no ha hecho otra cosa que fortalecerse y podría llegar a convertirse en un categoría 5, el más potente que existe

12 sep 2018 . Actualizado a las 13:27 h.

Los estados que recibirán el impacto de Florence en los próximos días han lanzado un aviso sin matices: «Si vives en la costa este tienes que irte».

En las últimas horas el huracán no ha hecho otra cosa que fortalecerse y podría llegar a convertirse en un categoría 5, el más potente que existe. Los vientos sostenidos alcanzan los 220 kilómetros por hora y su ojo sigue apuntando hacia las Carolinas y Virginia.

La configuración atmosférica que acompaña a Florence no es además nada favorable. La presencia de un sistema de altas presiones al norte bloqueará el paso del ciclón. De esta forma Florence podría quedar estancando frente a la costa este y disponer de tiempo para producir el mayor daño posible. Cuando un huracán toca tierra desaparece su fuente de alimentación, la evaporación del océano, y por tanto va perdiendo fuerza a medida que se desplaza hacia el interior. Pero si un huracán con las características de Florence permanece estancado, su poder de destrucción se multiplica. Este tipo de bloqueo ocurrió durante el paso de Harvey en el 2017, un huracán que dejó más de 1.200 litros por metro cuadrado en 48 horas, el más lluvioso de la historia. De momento la previsión del Centro Nacional de Huracanes indica que podrían registrarse acumulaciones de al menos 500 litros por metro cuadrado.

Otro fenómeno asociado a Florence con mucho potencial para crear destrucción se llama marea ciclónica. Las mareas pueden tener un origen astronómico, la Luna, o meteorológico, la presión atmosférica. Los vientos que soplan con un sistema de bajas presiones como Florence siempre provocan una importante elevación del nivel del mar que después impacta con fuerza en las zonas costeras.

Helene

Y mientras tanto el huracán Helene sigue empeñado en tomar su propio camino. El fin de semana llegará al archipiélago de las Azores. A partir de entonces la incertidumbre aumenta notablemente y cualquier escenario parece posible. Los modelos que ayer acercaban los restos del huracán a la Península ahora lo alejan y los que veían que pasaría lejos se inclinan en estos momentos por situar a Helene pasando cerca de la costa gallega entre el martes y el miércoles. No parece de todas formas que Helene se convierta en una borrasca demasiado profunda, así que el temporal no sería tan intenso, aunque todo cambia cada hora. Estos son días de mucho trabajo para los meteorólogos.