Las grandes tecnológicas supervisarán lo que se publica

b. p. l. REDACCIÓN / LA VOZ

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VINCENT KESSLER

Los artículos 11 y 13 de la nueva ley de «copyright» aprobada por la Eurocámara son los más discutidos

13 sep 2018 . Actualizado a las 08:18 h.

Modernizar unas reglas de copyright que datan de una época en la que YouTube no existía es el objetivo de la reforma aprobada ayer en la Eurocámara y que no está exenta de polémica. De un lado, los creadores aplauden la medida, que descarga en las plataformas la obligación de velar por los derechos de autor en Internet y hacerse en definitiva responsables de lo que publican. De otro, gigantes como Google, Facebook o YouTube y activistas se oponen a poner puertas al actual uso masivo de Internet.

La ley cuenta con dos puntos que son el eje de la polémica. El primero de ellos es el artículo 11.º, que otorga a los editores de prensa el derecho «renunciable» de pedir una compensación por el uso de sus contenidos en plataformas y redes sociales durante un período que la Eurocámara quiere fijar en 20 años.

Para la Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), la medida sienta las bases para establecer «las herramientas necesarias para asegurar que los creadores obtengan la remuneración justa que han estado reclamando». En opinión de la asociación de activistas Xnet, fundadora de la coalición Save Your Internet, constituye un «impuesto a enlazar» contenidos o a utilizar libremente fragmentos de textos de otros.

Otro artículo discutido es el 13.º, que obligará a Google, Facebook y YouTube a garantizar que los contenidos que comparten sus usuarios no infringen derechos de autor y a hacerlo antes de su publicación mediante el «uso de técnicas efectivas de reconocimiento de contenidos».

Hasta ahora, las plataformas están obligadas a comprobar si existe infracción en el caso de que se interponga una denuncia. En caso afirmativo, deben eliminar ese material. Si sale adelante la nueva ley, las grandes tecnológicas (aplicaciones y webs pequeñas quedan eximidas) serán responsables de publicar contenidos protegidos y podrán ser multados. Por ello los sectores críticos creen que estas acabarán por aplicar filtros automáticos de subida que analicen y limiten previamente los contenidos publicables, con el riesgo de errores y censura previa.

En este sentido, los internautas han convertido en el centro de sus preocupaciones el futuro de los memes, parodias humorísticas que circulan por las redes sociales y suelen elaborarse a partir de un contenido protegido.

Tras esta aprobación de la ley en la Eurocámara se abre ahora el período de negociaciones con la Comisión y el Consejo Europeo, que elaborarán la versión definitiva del texto. Esta se someterá a votación en Estrasburgo a principios del 2019 y, una vez convertida en directiva, se adaptará a las distintas legislaciones de los 28 países de la Unión Europea.