Un informe de la Guardia Civil apunta que Ana Julia Quezada pudo haber acabado con la vida de su hija en 1996

La Voz REDACCIÓN

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La investigación recoge aspectos extraños del caso, según informa una información de elperiodico.com

25 sep 2018 . Actualizado a las 17:19 h.

La Guardia Civil ve «claros indicios» de que Ana Julia Quezada pudo matar a su propia hija en el año 1996. Así aparece recogido en un informe incluido en el sumario por el asesinato de Gabriel Cruz, según informa elPeriodico.

La pequeña Ridelca, de cuatro años de edad, murió tras caer de madrugada por la ventana de su vivienda, en el séptimo piso, de un edificio de Burgos hace ya 22 años. El caso quedó archivado como un accidente y la madre alegó en ese momento que la niña padecía sonambulismo.

La investigación de la Guardia Civil recoge «la dificultad de que una niña de solo cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara desde un edificio». El informe también señala y destaca otros aspectos extraños del suceso. Para caerse desde la ventana la niña tuvo que subirse previamente a una mesa y abrir dos ventanas, una interna que protegía del frío y  una segunda. Esto, dice la Guardia Civil, según recoge elPeriódico, «requiere de cierta maña y fuerza». 

Ana Julia Quezada estaba sola junto a sus dos hijas, Ridelca y otra de menor edad, en el momento en que sucedieron los hechos. La pareja en aquel momento de Ana Julia, y padre de su segunda hija, estaba trabajando en aquel momento ya que tenía el turno de noche.

Tras el crimen de Gabriel se retomaron las investigaciones sobre la muerte de la pequeña. Fue entonces cuando el hombre que convivía con Ana Julia Quezada en Burgos confesó que mientras había vivido con él, «la niña no había sufrido ningún episodio de sonambulismo».

Un pariente de Quezada también declaró a la Guardia Civil que ella contaba «cada día algo distinto» sobre el supuesto accidente que había costado la vida a su hija.