La exclusión social severa aumentó un 40 % en la última década y afecta a más de 4 millones de españoles

M. Ballesteros REDACCIÓN

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MARCOS MÍGUEZ

Un informe de la Fundación Foessa, vinculada a Cáritas, alerta del aumento de la exclusión social tras seis años de crisis y cuatro de recuperación económica

26 sep 2018 . Actualizado a las 17:23 h.

Seis años de crisis más cuatro de recuperación económica restan en lugar de sumar. Lo dice el último informe de la Fundación Foessa, vinculada a Cáritas, que constata que el modelo de crecimiento que ha permitido salir de la recesión intensifica la desigualdad social. Las cifras señalan que en la última década el número de personas en exclusión social en España ha aumentado un 12 %, hasta afectar a 8,6 millones de españoles, mientras que la exclusión social severa se ha disparado aún más: un 40 % en diez años, hasta los 4,1 millones de personas (1,5 millones de hogares).

«Esta es la factura que ha pagado nuestra sociedad tras una crisis de 6 años y otros 4 de recuperación», destaca el investigador social y director técnico de Foessa, Raúl Flores, quien augura un futuro lleno de «claroscuros». «El crecimiento no es igual al desarrollo y se han consolidado los signos de la desigualdad», subraya.

El informe Exclusión estructural e integración social, que se ha presentado este miércoles, subraya que, con un mercado laboral lastrado por la temporalidad y la parcialidad de los contratos, tener un empleo ya no es sinónimo de incorporación social. «Las personas en situación de exclusión que, aun contando con empleo, atraviesan por graves aprietos en otras dimensiones es muy superior a la de la población general, llegando sus niveles de exclusión al 54,1 % en el caso de la dimensión de la vivienda, al 50 % en la de salud y el 24,4 % en la dimensión de consumo», señala el informe.

Peor para las mujeres 

Los datos de Foessa, extraídos de la encuesta sobre integración y necesidades sociales correspondiente al 2018, apuntan también a que la exclusión afecta con mayor dureza a las mujeres. El número de hogares en situación de exclusión en los que su principal sostén económico es un hombre suponen el 16 %, mientras que cuando es una mujer el pilar fundamental de la economía familiar el porcentaje aumenta al 20 %, una desigualdad que se ha duplicado con respecto al año 2013. 

Foessa también destaca la «preocupante» falta de de apoyo a la familia, en particular a las monoparentales y a las numerosas, y la significativa diferencia social entre ciudadanos comunitarios y extracomunitarios: la tasa de exclusión de estos últimos triplica a la de las personas de la Unión Europea

Frente a este escenario, Foessa echa en falta un sistema de garantía de renta y recuerda que el 5,1 % de la población española se encuentra bajo el umbral de la pobreza extrema, que además de menos recursos económicos dispone también de menos recursos sociales para afrontar su precaria situación.

Educación y apoyo familiar y personal, los flotadores

El análisis de la fundación subraya que los grandes antídotos para la exclusión social siguen siendo dos fórmulas clásicas: la educación y la familia y amigos. El sistema educativo sigue ejerciendo de barrera para evitar la transmisión intergeneracional de la situación de pobreza, mientras que el apoyo familiar y las redes personales más cercanas sigue siendo «una de las grandes fortalezas» del sistema de inclusión de la sociedad española, si bien la presión a la que se ha visto sometida en la última década empieza a evidencia, según el informe, «claras lagunas».