Pillan a dos cazadores con veneno capaz de matar a mil personas

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La Guardia Civil les ha intervenido 406 gramos de una sustancia tóxica mientras colocaban los cebos para animales en un monte de Oia

30 sep 2018 . Actualizado a las 09:12 h.

La Guardia Civil investiga a dos vecinos de Oia, Leonardo T. L. y Manuel L. M., tras haberlos sorprendido cuando pretendían colocar cebos envenenados en un coto de caza de Mougás, en el concello de Oia. Los agentes intervinieron 406 gramos de una sustancia tóxica cuyo principio activo es el carbofurano, un peligroso pesticida de uso prohibido. Tal cantidad habría sido suficiente para matar a más de un millar de personas o a 330.000 aves. Esta intervención tuvo lugar en el marco de un dispositivo especial de vigilancia. La Guardia Civil sospechaba del empleo de veneno en esta zona porque en el año 2013 aparecieron cuatro perros muertos en extrañas circunstancias cuando estaban entrenando. El análisis toxicológico de los cadáveres de dos de estos animales había dado un resultado positivo en estricnina.

En marzo pasado, reforzaron el control con la participación de la patrulla del Seprona de Tui, el equipo del Seprona de Pontevedra y el grupo de seguridad ciudadana del puesto de A Guarda.

Fruto de estos seguimientos, interceptaron un vehículo todo terreno cuando circulaba dentro de la propiedad del coto. En el registro superficial que se realizó en el interior del vehículo, la Guardia Civil localizó una bolsa con dos kilos de carne picada, un bote de cristal con el veneno y guantes especiales de nitrilo para la manipulación de los cebos.

La delegación territorial de la Consellería de Medio Ambiente analizó las sustancias intervenidas y confirmó su gran potencia letal.

La operación, bautizada como Ventoux, concluyó con la toma de declaraciones de los implicados. Además hubo que emplear un perro especializado en la detección de veneno y fauna cadavérica, dependiente del servicio cinológico de la Dirección General de la Guardia Civil, con el fin de descartar que hubiese ya alguna cantidad esparcida por el área o algún animal muerto.

Los agentes notificaron a los cazadores su condición de investigados por supuestos delitos contra la flora y la fauna por emplear veneno sin estar legalmente autorizados. Las diligencias se entregaron en el Juzgado de Instrucción número 1 de Tui.

El uso de tóxicos para la caza furtiva de depredadores naturales es una de las principales causas de envenenamiento en el medio natural. Su empleo se asocia a una gestión irregular de las poblaciones de estos animales predadores en los cotos de caza.

El empleo de estos productos sin la debida autorización puede conllevar condenas de hasta dos años de prisión.

La investigación ha sido aplaudida por la asociación animalista Libera y la Fundación Franz Weber. Estos colectivos ya han denunciado en otras ocasiones el empleo de estas prácticas crueles que se producen de manera sistemática en la comunidad. Señalan que la Xunta debería incrementar las sanciones y los períodos de inhabilitación para ejercer un efecto disuasorio.