La UE rechaza una Cataluña independiente

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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Quique García | efe

Los líderes europeos se han opuesto a la secesión y han defendido el orden constitucional español

04 oct 2018 . Actualizado a las 08:58 h.

«Europa debería premiarnos por no optar por la vía de los Balcanes», aseguró ayer en Ámsterdam el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Una sugerencia que dejó abierta una pregunta: ¿exploró en algún momento la alternativa bélica para seguir adelante con el procés? Por lo pronto, en la Unión Europea no hay nadie dispuesto a «premiar» los delirios del expresidente. Ha pasado un año desde que su entonces Ejecutivo dio el pistoletazo de salida para el intento de ruptura con España. Una maniobra duramente criticada por las cancillerías europeas. El desacato a las decisiones judiciales, las llamadas a la desobediencia civil y el pulso al Estado de derecho en España han borrado cualquier atisbo de simpatía por la causa. Ni el ruido, ni las movilizaciones masivas en el corazón de Bruselas ni las campañas para blanquear la imagen de los separatistas han conseguido quebrar la posición de la UE. Sus líderes insisten: no reconocerán una Cataluña independiente.

Cia Pak | DPA

DONALD TUSK 

«Le pido que respete el orden constitucional y no anuncie una decisión que haría imposible el diálogo». El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el mediador deseado por Puigdemont, el «amigo» de la Cataluña independiente, arrojó un jarro de agua fría a las aspiraciones independentistas en cuanto tuvo la oportunidad de pronunciarse frente al Comité de las Regiones: «Le pido a usted [Puigdemont] que respete el orden constitucional y que no anuncie una decisión que haría el diálogo imposible». El polaco, como regionalista y miembro de una minoría étnica que sufrió persecución, es una de las figuras políticas más autorizadas en la UE para sindicarse. «Se lo pido como alguien que entiende los argumentos y emociones de los dos lados [...]. La diversidad no debe conducir a conflictos cuyas consecuencias serán negativas para Cataluña, España y Europa entera», insistió antes de cerrar la puerta definitivamente a cualquier reconocimiento oficial de una Cataluña independiente. ¿Qué hay de las llamadas de Puigdemont a su mediación? Tusk dejó claro que no intervendría y que solo habrá un interlocutor posible: el Gobierno español.

TIMOTHY A. CLARY | Afp

J. C. JUNCKER

«Si Cataluña se independiza, otros harían lo mismo y no quiero una UE de 98 Estados». El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, siempre ha considerado el conflicto catalán «un asunto interno de España». Una y otra vez ha ido cerrando las puertas a cualquier demanda de intervención. No aceptó ninguna de las peticiones de reunión de Puigdemont. El luxemburgués no quiere pulsos al Estado de derecho en ninguno de los países miembros. El temor de Bruselas a que el proyecto político se debilite con pulsiones independentistas y ultras empujó a Juncker a dar portazo a las demandas de los soberanistas: «Si Cataluña se independiza, otros harán lo mismo, y no quiero una UE de 98 Estados [...]. Ya es difícil con 28, con 27 [tras el brexit] no será fácil, pero con 98 sería imposible», zanjó poniendo tierra de por medio. El Ejecutivo de la UE cierra filas con el Gobierno español en su defensa de la Constitución. Se ciñe a la bautizada como doctrina Prodi, por la cual, si un territorio se declara independiente, queda automáticamente excluido de la UE. Para poder volver deberá iniciar el proceso de adhesión que suele prolongarse años.

RAFAEL MARCHANTE | Reuters

ANTONIO TAJANI

«Ningún país europeo pretende reconocer a Cataluña como un Estado independiente». El presidente del Parlamento Europeo ha sido de los líderes más contundentes con los independentistas, a los que acusa de querer convertir Europa en un continente de «pequeñas patrias». No se mordió la lengua ni se contuvo a la hora de frenar en seco las falsas ilusiones propagadas por Puigdemont: «Ningún país europeo pretende reconocer Cataluña como un Estado independiente». Por si quedaban dudas, Tajani llegó a invocar a la primera ministra británica, Theresa May: «Incluso ella, en pleno brexit, ha dicho que el Reino Unido no reconocerá nunca a Cataluña».

Cia Pak | DPA

CHARLES MICHEL

«Puigdemont debe responder de sus actos». La única voz discordante en la UE tuvo como protagonista al primer ministro belga, Charles Michel. La presión de sus socios de Gobierno, los independentistas flamencos de la N-VA, obligó en un primer momento al liberal a distanciarse de la posición común, lo que provocó un auténtico escándalo en el parlamento federal. En cuanto los ultranacionalistas belgas amagaron con utilizar la crisis catalana para sus reivindicaciones, Michel tuvo que rectificar para evitar un contagio: «Una crisis política solo puede ser resuelta a través del diálogo. Instamos a una solución pacífica con respeto al orden nacional e internacional», clamó recordando que Puigdemont «debe responder de sus actos como cualquier otro ciudadano, sin privilegios».

THOMAS SAMSON | Efe

EMMANUEL MACRON

«Mi mensaje es de unidad en torno a España». El gran aliado europeo del Gobierno español ha sido el presidente francés, Emmanuel Macron. Sin ambages, el liberal se ha mostrado implacable con los independentistas. Desde que comenzó el pulso contra el Estado, el galo ha salido en defensa de la unidad del país, la reputación de sus instituciones y la Constitución. Bajo su batuta, Francia no reconocerá nunca la independencia de Cataluña. «Mi mensaje es de unidad en torno a España [...]. Nuestro único interlocutor es el Gobierno y confío en que defenderá los derechos de los españoles», subrayó durante un encuentro con otros colegas europeos. Macron se opone a cualquier mediación de la UE en un asunto «interno» de España. Es de los pocos que se han atrevido a ir más allá para sermonear a los secesionistas: «Guste o no, hay que cumplir la Constitución. No puede trocearse. La soberanía no se divide a menos que el pueblo lo decida», les espetó.

TOBY MELVILLE | Reuters

THERESA MAY

«No reconocemos ni reconoceremos la independencia». Sí. Así de firme se mostró la premier británica, Theresa May, cuando se le preguntó por la posibilidad de reconocer a Cataluña teniendo en cuenta que su predecesor en el cargo, David Cameron, aceptó celebrar un referendo de independencia en Escocia. La tory explicó que los dos casos no son comparables, en lo que coincide el propio partido nacionalista escocés. «El Reino Unido no reconoce ni reconocerá» la independencia si esta es resultado de una decisión unilateral. «La votación fue declarada ilegal por los tribunales españoles [...]. Seguimos queriendo ver cómo se preserva el Estado de derecho, cómo se respeta la Constitución española y se mantiene la unidad de España», insistió May.

Michael Kappeler | DPA

ANGELA MERKEL

«La soberanía y la integridad territorial de España son y se mantienen inviolables». La canciller alemana, Angela Merkel, ha sido la más contenida. Siempre se ha limitado a cerrar filas con el Gobierno español, relegando el conflicto en Cataluña a asuntos de «orden interno». «Defendemos la integridad territorial de todos los Estados, que es algo totalmente diferente a la independencia de una región», sostuvo la canciller en el 2014. Tras la declaración unilateral de independencia, su portavoz, Steffen Seibert, salió al paso para volver a enfatizar la posición del Gobierno alemán, hasta ahora inamovible: «Respetamos el orden constitucional. La soberanía y la integridad territorial de España son y se mantienen inviolables».

POOL | Reuters

MIRO CERAR

«Valoramos mucho el derecho a la autodeterminación, pero hay grandes diferencias entre Eslovenia y Cataluña». La bautizada como vía eslovena fue otro de los atajos al que pretendieron recurrir los secesionistas catalanes. Pero el entonces primer ministro esloveno, Miro Cerar, aclaró que su Gobierno es contrario a reconocer la legalidad del procés: «El conflicto debe resolverse en línea con el orden constitucional de España».