Evo Morales se queda sin bandera

HÉCTOR ESTEPA BOGOTÁ / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

El fracaso de no conseguir una salida al mar complica su deseo de ser reelegido

09 oct 2018 . Actualizado a las 07:53 h.

Problemas para el presidente boliviano. Evo Morales es, sin ninguna duda, el político más perjudicado por el fracaso de la demanda presentada por Bolivia ante el Tribunal Internacional de Justicia, cuyo objetivo era obligar a Chile a negociar una salida soberana del país al mar, perdida tras un conflicto bélico en 1883. «Por 12 votos contra tres, Chile no está obligado jurídicamente a negociar un acceso soberano al Pacífico para Bolivia», leyeron los jueces ante la mirada atónita de la delegación boliviana, encabezada por Morales.

El estupor no era para menos. Morales había apostado su capital político, mermado en los últimos meses, a un triunfo en La Haya. Se había puesto incluso a la cabeza de las manifestaciones que reclamaban la salida al mar y había organizado importantes actos políticos, como el despliegue en marzo de una bandera de casi 200 kilómetros de longitud en apoyo a la demanda en Holanda.

Una victoria en el TIJ habría allanado considerablemente el camino hacia su cuarta reelección. La derrota, a buen seguro, afectará su candidatura.

La postulación es polémica. Morales ha decidido presentarse a los comicios del 2018 a pesar de que la Constitución boliviana prohíbe la reelección indefinida.

En febrero del 2016 perdió un referendo con el que pretendía modificar la Carta Magna, pero no cejó en su empeño. Un polémico fallo del Tribunal Constitucional le permitió, el pasado diciembre, reelegirse indefinidamente tras una demanda de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). El juez aludió al derecho de todos los bolivianos a elegir y ser elegidos, invalidando el artículo de la Carta Magna que lo impedía.

Caída de popularidad

El fallo, eso sí, afectó a la popularidad del mandatario. Grandes manifestaciones fueron convocadas ante «el intento obsesivo de perpetuarse en el poder».

Los índices de aceptación de Morales, que siempre habían oscilado entre el 50 % y el 60 %, se redujeron al 43 %, según Ipsos. Por eso, muchos analistas creen que el presidente estaba abanderando la causa marítima para aumentar su popularidad.

Está por ver cómo afecta a los índices el fallo del TIJ. La oposición ya ha comenzado a hacer duras críticas a la gestión del mandatario en la demanda. «El Gobierno del MAS es el responsable del fracaso por su actitud electoralista, frívola y de choque. Solo otro Gobierno, serio y responsable, puede conducir el futuro del diálogo», escribió el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas. «Su agresividad, su incontrolada locuacidad y su incomprensión del tema marítimo nos condujo al fracaso ¡Bolivia necesita un Gobierno serio y responsable», añadió Cárdenas.

«Fracasaron el dictador Evo Morales y sus cómplices ¡Váyanse todos! ¡Renuncien todos!», pidió la diputada opositora Norma Piérola.

Los apuntes no vienen solo de la oposición más radical a Morales. Carlos de Mesa, expresidente boliviano y portavoz del equipo en La Haya, le pidió al Morales «respetar y acatar el fallo», recordando que Bolivia había conminado a Chile a aceptar la decisión, le fuera favorable o no.

De Mesa ya está preparando su propia candidatura presidencial para hacerle frente a Evo Morales en el 2019. Es, según las encuestas, uno de los mejor situados para intentar ganar en las urnas al líder boliviano, cuyo mandato se convirtió el pasado agosto en el más largo de la historia del país sudamericano.