Le Pen y Salvini se despegan de Steve Bannon en su cruzada contra la UE

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

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ALESSANDRO DI MEO | efe

Ambos líderes ultras vaticinan una revolución soberanista en las próximas europeas

09 oct 2018 . Actualizado a las 07:52 h.

El ultraderechista y xenófobo Frente de la libertad inicia su camino hacia la Eurocámara, o lo que es lo mismo, para desmantelar la integración europea, de la mano del ministro del Interior italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, y de la jefa suprema del Rassemblent National francés (RN), Marine Le Pen. Ambos dirigentes pronosticaron ayer en Roma una «revolución soberanista» en las próximas elecciones europeas de mayo.

Para conseguir su objetivo Le Pen aseguró que no necesitan de un frente guiado por el líder de la ultraderecha de EE.UU. y ex consejero de Donald Trump, Steve Bannon, porque «no viene de un país europeo». «Es un estadounidense que ha propuesto crear una fundación que ofrece sondeos y análisis, pero la fuerza política que saldrá de estas elecciones somos nosotros y solo nosotros, porque somos fieles a nuestra libertad y soberanía con el interés de salvar Europa», explicó. Los principios nacionalistas de cada una de las formaciones se trasladará a su estrategia electoral ya que no presentarán una lista común y cada partido y país tendrá las suyas. «Defendemos la soberanía, solo faltaría», recalcó la francesa.

En el adversario que combaten sí que hay unanimidad. «Los enemigos de Europa están en el búnker de Bruselas. Son Juncker y Moscovici», aseguró Matteo Salvini. A su juicio, «han traído precariedad y pobreza y se aferran a su poltrona». Para el líder de la Liga, que aún está en guerra con Bruselas por los presupuestos del año que viene, las próximas elecciones deben suponer «el fin del recorrido de la revolución del sentido común que inevitablemente está involucrando a toda Europa». Su objetivo es «quitar a los socialistas del poder y así volverá al centro el debate sobre el trabajo, el control de las fronteras, la tutela de la familia, los tratados comerciales que perjudican a nuestros comerciantes, productores, pescadores». Le Pen por su parte aseguró que no luchan contra Europa sino «contra la Unión Europea para salvar Europa» ya que la UE «ha pisoteado los valores de solidaridad».

El programa de los dos líderes tiene muchas cosas en común. En política inmigratoria abogan por un mayor control de las fronteras y una limitación, como ya se prevé en el decreto recientemente aprobado en Italia, de los permisos de acogida, mientras que para ambos es importante luchar contra «una globalización salvaje que ha conducido a un desastre social y cancelado la dignidad del hombre», dijo Le Pen.

Matteo Salvini, que vive un momento dulce ya que las encuestas le dan en constante aumento de intención de voto, quiere reforzar su liderazgo dentro de la coalición ultra en la que en las anteriores elecciones no tuvo demasiado peso (el 6 %), aprovechándose para ello de las dificultades de Marine Le Pen tras su derrota en las elecciones presidenciales francesas. Un apoyo con el que cuenta es el del primer ministro húngaro Viktor Orbán aunque su partido, Fidesz, de momento sigue dentro del Partido Popular (PPE), el mismo que lidera Angela Merkel y en el que se sienta Forza Italia de Silvio Berlusconi, hasta ahora aliado electoral de Salvini y con el que no puede romper antes de las elecciones regionales de primavera. El congreso del PPE de noviembre en Helsinki podrá aclarar algunas posiciones.