Polonia desafía a la UE y nombra a dedo a nuevos jueces del Supremo

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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Kacper Pempel

Bruselas considera una provocación la decisión del presidente Andrezj Duda

11 oct 2018 . Actualizado a las 08:00 h.

Ni las llamadas al diálogo lanzadas desde Bruselas ni los expedientes sancionadores activados por la Comisión Europea han logrado encauzar al rebelde y amotinado gobierno polaco. En una muestra más de desprecio a los valores de la UE, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, hizo oficial ayer la designación a dedo de hasta 27 nuevos jueces del Tribunal Supremo, una maniobra que las instituciones europeas interpretan como una nueva provocación.

Bruselas denunció la reforma del alto tribunal polaco ante la Justicia de la UE (TJUE) alegando que el Ejecutivo ultraconservador y eurófobo de Ley y Justicia (PiS) quería emprender una purga encubierta de jueces opositores al Gobierno. Ese golpe desde la sombra al sistema judicial pone en cuestión, según la Comisión Europea, la división de poderes y la independencia de la Justicia. Por eso la institución exigió dar marcha atrás a la reforma que ha condenado a más de dos docenas de magistrados al retiro forzoso al rebajar la edad de jubilación de los 70 a los 65 años.

Los jueces solo pueden conseguir prórrogas en su carrera profesional a voluntad del presidente polaco. Y Duda dejó claro ayer que ninguna de las amenazas de sanción que se ciernen sobre su país amedrentará al PiS. Igual de desafiante se mostró el pasado agosto el viceprimer ministro, Jaroslaw Gowin, quien advirtió de que Varsovia está dispuesta a mantener el pulso a la Justicia europea hasta llegar a «ignorar» cualquier fallo.

El tono de las autoridades polacas en los últimos meses ha arreciado. Buena parte de la culpa la tiene la tibieza con la que algunos Estados miembro abordan en el Consejo el deterioro democrático en el país. Además de la cerrazón de países vecinos como Hungría, sobre la que pende también la amenaza del artículo 7 de los Tratados (que podría acarrear la suspensión del voto en la UE), de bloquear el voto unánime para desencadenar medidas sancionadoras.

La oposición polaca clama desde el 2015 por la intervención de la UE. Asisten con impotencia a la deriva del Gobierno. Según Efe, el portavoz del principal partido opositor Plataforma Ciudadana, Borys Budka, arremetió ayer contra la decisión del presidente de saltarse todas las normas europeas y dinamitar los resortes democráticos. Acusó a Duda de «violar sistemáticamente la Constitución polaca» y de no respetar la independencia judicial. «Es inaceptable que se haya convertido en un ejecutor pasivo de las directrices que marca el partido Ley y Justicia», denunció.

A pesar de las manifestaciones masivas tras la promulgación de la reforma del Supremo y las protestas de ayer a las puertas del palacio presidencial, Duda y el gobierno del PiS se niegan a retroceder. Polonia, como ya hizo con las cuotas de refugiados, saca pecho por haberse rebelado contra la UE en nombre de «la soberanía polaca» y «por el bien público»