Michael arrasa ciudades enteras

ADRIANA REY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Haley Nelson se lamenta ante su casa en Panamá City de las pérdidas que le ocasionó el huracán Michael
Haley Nelson se lamenta ante su casa en Panamá City de las pérdidas que le ocasionó el huracán Michael JOE RAEDLE

«El huracán ha acabado con mi vida aquí», lloran las víctimas de Florida

12 oct 2018 . Actualizado a las 09:00 h.

Como un área de guerra. Así se encuentra la zona cero del huracán Michael. «México Beach fue arrasada», anunció Brock Long director de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). «Encontramos dentro de mi casa muebles que no eran nuestros. El agua trajo muchas cosas de no sabemos dónde. Las paredes se cayeron. Mi vida aquí se ha acabado», dice Scott entre lágrimas, uno de los residentes que sufrió la ferocidad del ciclón con vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora y rachas de más de 300.

Convertido ya en tormenta tropical, Michael tocó tierra el pasado miércoles como un monstruoso huracán de categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, elevando más de cuatro metros el nivel del mar y destruyendo todo lo que encontró a su paso, también vidas humanas. Un hombre murió cuando un árbol aplastó su casa en Greensboro (Florida) y una niña de 11 años pereció por la caída de escombros sobre su vivienda en el condado de Seminole (Georgia).

Vientos de hasta 300 kilómetros por hora devastaron todo lo que hallaron a su paso A medida que avanzan las labores de desescombro, los servicios de emergencia estadounidenses temen que la cifra de fallecidos aumente debido a la ferocidad de Michael. El país no había visto una tormenta igual desde 1969. Es más, al tocar tierra con una presión de apenas 919 milibares, el ciclón se convirtió en el tercer huracán más intenso en Estados Unidos desde que se tienen registros. «Ciudades enteras han sido borradas de la costa. Nos espera una larga recuperación», lamentó el candidato demócrata a Gobernador de Florida Andrew Gillum. Tornados y más inundaciones continúan amenazando a Georgia, Alabama y a las dos Carolinas, donde sus habitantes todavía no se han repuesto de los daños que el ciclón Florence provocó hace menos de un mes. En la ciudad de Apalachicola por ejemplo, se rompió el récord de inundaciones con acumulaciones de agua de más de dos metros de altura. Otro de los problemas es la falta de electricidad. Ayer, más de 800.000 personas continuaban sin luz en tres de los estados afectados.

Destructivo y poderoso

El presidente desata una tormenta política por no suspender un mitin en Pensilvania «Ha sido increíblemente destructivo y poderoso», manifestó ayer Donald Trump desde el despacho oval y tras confirmar que la semana que viene viajará a alguna de las zonas afectadas. El presidente de Estados Unidos también se pronunció sobre las críticas recibidas por no haber cancelado su mitin en Pensilvania, justo cuando Michael azotaba las costas de Florida. «Había miles de personas que estaban esperando», justificó el neoyorquino.

Contradicciones

Su decisión de continuar con el mitin contrastó con las quejas que él mismo lanzó contra Barack Obama en noviembre de 2012, porque el expresidente no canceló un acto después de que el huracán Sandy golpease la costa este de EE.UU. «Ayer Obama hizo campaña con JayZ y Springsteen al mismo tiempo que las víctimas de Sandy en Nueva York y Nueva Jersey todavía lo sufren. ¡Eso está muy mal», escribió entonces Trump.

El pasado miércoles, Donald Trump comenzó su intervención pidiendo a sus fieles que rezasen por las víctimas del Michael y prometiendo ayuda para las zonas afectadas, pero a continuación utilizó el escenario para cargar con dureza contra los demócratas y animar a sus bases de cara a las elecciones legislativas del próximo 6 de noviembre.