Leslie pierde intensidad a su paso por España tras azotar Portugal con vientos de hasta 175 km/h

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Salvador Sas

En Cáceres y Zamora se registraron ráfagas de 100 km/h

15 oct 2018 . Actualizado a las 09:51 h.

El huracán Leslie, convertido ya en tormenta tropical, dejó en las primeras horas de su entrada en la España peninsular rachas de viento de cerca de 100 kilómetros hora localizadas durante la madrugada de ayer en Cáceres y la provincia de Zamora, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

En concreto, las mayores rachas de viento registradas en la provincia de Zamora fueron de 96 km/h alcanzados a las tres y media de la madrugada en Fuentesaúco, en la comarca de La Guareña, al sureste de la provincia. El viento hizo que sobre las cuatro de la madrugada cayera un cable de la red eléctrica que dejó sin suministro durante casi dos horas a 390 clientes, entre hogares y empresas, del término de Guarrate.

En Valladolid, los fuertes vientos y la intensa lluvia caída causó rotura de ramas y de algún árbol en parques públicos, dentro de una incidencia que los Bomberos han catalogado de mucha menor gravedad que la prevista.

En Extremadura también hubo incidentes leves, como caídas de ramas, árboles o balsas de agua desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana.

La tormenta fue perdiendo intensidad a medida que avanzaba hacia el norte y este de España, dejando, eso sí, intensas lluvias en el País Vasco, Aragón y Cataluña, Valencia y Baleares, comunidades todas ellas en las que fue activado el nivel de aviso naranja. La lluvia obligó a suspender y modificar algunas actividades programadas para la tarde de ayer con motivo de las fiestas del Pilar en la ciudad de Zaragoza.

En algunas localidades de Tarragona cayeron 50 litros por metro cuadrado en menos de una hora. Fue el caso de Tortosa, donde dos inmuebles deshabitados se derrumbaron, lo que obligó a desalojar, de forma preventiva, a 23 vecinos de fincas colindantes.

Afectadas 200 líneas eléctricas

La tormenta había entrado a la Península Ibérica por la localidad portuguesa de Figueira de Foz, donde se registraron vientos de hasta 175 Km/h. En el país vecino, causó importantes daños materiales. De acuerdo con los servicios de emergencia, los fuertes vientos y la lluvia derribaron árboles, postes eléctricos y provocaron estropicios en el mobiliario público, locales comerciales y viviendas.

El principal problema fueron los cortes de energía eléctrica. La empresa EDP informó de que unas 200 líneas de alta y media tensión se habían visto afectadas durante la madrugada de ayer. Protección Civil de Portugal calcula que unos 324.000 hogares se quedaron sin suministro, aunque fue restablecido en su mayoría durante la mañana de ayer. El fenómeno afectó sobre todo a las regiones del litoral centro y norte del país», declaró Luis Belo Costa, comandante de la Protección Civil lusa.

La tormenta dejó 28 heridos leves y unas sesenta personas tuvieron que ser realojadas, precisó Belo, y añadió que el distrito de Coímbra (centro) había sido el más afectado, por delante de las zonas de Leiria (centro), Aveiro (norte), Viseu (norte), Lisboa y Oporto. En total, los equipos de emergencia registraron más de 2.500 incidentes, en gran mayoría causados por los árboles arrancados, o por los tejados dañados por la fuerza del viento. Las autoridades pidieron a las flotas pesqueras regresar a puerto y la aerolínea TAP canceló una treintena de vuelos desde Lisboa o con destino a la capital portuguesa.