Iglesias asume el protagonismo de buscar el apoyo secesionista a los Presupuestos

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

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Juan Carlos Hidalgo | efe

Visitará a Junqueras en la cárcel el viernes, pero no como «delegado del Gobierno»

18 oct 2018 . Actualizado a las 07:49 h.

Como si se tratase del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias se ha puesto el brazalete de capitán y ha asumido el liderazgo de las negociaciones de los Presupuestos con las formaciones independentistas. Entre otras, Pedro Sánchez necesita el visto bueno de ERC para sacar adelante las cuentas que acaba de pactar con la formación morada, y ha dado el visto bueno a que sea el secretario general de Podemos el encargado de aproximar posturas hacia el sí de los independentistas en el Congreso.

Con ese objetivo visitará Iglesias este viernes el centro penitenciario de Lledoners (Barcelona), en donde mantendrá un encuentro con el líder de ERC, Oriol Junqueras, que cumple un año en la cárcel por su responsabilidad como vicepresidente de la Generalitat en el desafío secesionista catalán que derivó en la declaración unilateral de independencia proclamada por el Parlamento autonómico.

Ante el revuelo generado en todos los partidos por este papel asumido por Iglesias en las últimas horas, con voces críticas incluso dentro del propio PSOE, el secretario general de Podemos ha tenido que salir a aclarar que no acude al encuentro en la prisión de Lledoners en calidad de «delegado del Gobierno». No obstante, sí confirmó que comentó con el jefe del Ejecutivo sus planes, que no son otros que «intentar que den los números», aunque puntualizó que el Gobierno también tendrá que hacer su parte del trabajo.

Además de con Junqueras, Iglesias mantendrá encuentros bilaterales con Aitor Esteban, portavoz del PNV, formación que también se antoja imprescindible para el éxito de los Presupuestos; y con Carles Campuzano, portavoz del PDECat en el Congreso, el interlocutor en Madrid de una formación que cuenta con voces que a menudo se contradicen, pero de la que requieren al menos su abstención durante la votación del proyecto de Presupuestos.

La figura negociadora de Pablo Iglesias ya jugó un papel fundamental para que acabase cuajando la moción de censura que invistió a Sánchez. Apuesta por que se repita la misma fórmula y construir una mayoría en torno al rechazo al PP. «Para avanzar soluciones democráticas en Cataluña y para avanzar en la libertad de los presos, que yo creo que es necesaria para normalizar la política, es muy importante tratar de mantener la mayoría que sacó al PP», afirmó.

Ayer el Congreso asistió a un acercamiento entre el Gobierno y ERC durante la sesión de control. Por primera vez en dos años, el diputado Gabriel Rufián no formuló su pregunta oral al Ejecutivo relacionada con Cataluña.

Críticas de Susana Díaz

Entre las voces críticas del socialismo sobre esta faceta negociadora del líder de Podemos destacó la de Susana Díaz, a la que le coincide todo el embrollo con el arranque de precampaña. La presidenta andaluza cuestionó que Iglesias «haya pasado del sorpasso al PSOE y de votar en contra de un presidente socialista a querer aparecer como vicepresidente en la sombra», comentó.

Mientras, el bloque independentista, consciente de que empezará a recibir ofertas, va tomando posiciones. El presidente del la Generalitat, Quim Torra, insistió ayer en que la negociación de los Presupuestos resultará «imposible con la situación actual de presos políticos y exiliados». Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, reiteró que Junqueras se mantendrá firme en la condición impuesta por su grupo: que el Gobierno se deje de rodeos y diga en público que es partidario de que la Fiscalía retire las acusaciones de rebelión que pesan sobre los presos y los fugados. El titular de Exteriores, Josep Borrel, apostó con fuerza a que los secesionistas van de farol: «Mucha bravata, pero ¿qué se juegan a que a la hora de la verdad los votan?». 

Cruce de reproches entre la portavoz del PP y la vicepresidenta Calvo

La portavoz de los populares, Dolors Monserrat, tuvo ayer una comentada intervención en una de las réplicas del debate en el Congreso en la que quiso repasar la «descoordinación» del Ejecutivo, poniendo ejemplos que iban desde los hermanos Marx hasta las efemérides espaciales, lo que provocó el asombro y la respuesta de la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo. «El Gobierno parece el camarote de los hermanos Marx», comenzó su alocución Monserrat, que continuó con el «ciudadano universal» en el que, en su opinión, se ha convertido el presidente del Ejecutivo por sus viajes al exterior. También se quejó de que el Ministerio de Trabajo «tiene a las prostitutas desconcertadas», porque Valerio rechaza su sindicación, la titular de Justicia se ha convertido «en la máxima defensora de sus servicios» y en Andalucía los pagan «con dinero público». Monserrat no se olvidó del exministro Maxim Huerta, a quien Sánchez «mandó a la Luna» por una sociedad instrumental». «Ha sido una performance, ¿no? Lo suyo es lo mejor que conozco como política cultural del PP», le replicó Calvo.

Hacienda empieza las consultas con el PNV en un clima de optimismo

El portavoz del PNV en el Congreso recibió ayer una llamada del Ministerio de Hacienda para fijar la agenda de contactos para negociar los Presupuestos del próximo año. Cerrado el acuerdo con Unidos Podemos, los nacionalistas vascos son la prioridad para el Gobierno de Pedro Sánchez.

En la Moncloa, la atmósfera es optimista sobre las posibilidades de sellar un acuerdo porque aprecian «predisposición» en el PNV. El Gobierno entiende que los nacionalistas están interesados en que la legislatura llegue hasta el 2020 con estabilidad. La ministra de Hacienda argumentó que las perspectivas son favorables porque «el PNV siempre ha sido responsable y ha estado dispuesto a negociar los Presupuestos con independencia del color político» del Gobierno. María Jesús Montero confirmó que los contactos han comenzado y que se llevarán con «discreción». Y anunció que el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de Presupuestos el último fin de semana de noviembre o el primero de diciembre. En todo caso, lo llevará al Congreso después del puente del 6 y el 8 de diciembre para comenzar su tramitación.

PP y Ciudadanos estudian paralizar las cuentas en la Mesa

La tramitación de los Presupuestos amenaza con volver a provocar un nuevo conflicto institucional en el Congreso. Primero fue la reforma exprés de la ley de estabilidad presupuestaria para evitar el veto del Senado sobre la senda del déficit, no admitida a trámite por la Mesa de la Cámara Baja, con mayoría del PP y C’s, alegando que la misma reformulación ya estaba en marcha por otra vía. Y ahora parece que puede a volver a haber lío con el proyecto de Presupuestos que presentará el Gobierno de Pedro Sánchez a finales de año. Al menos así lo ha dejado caer el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien no ha descartado volver a aliarse con el PP para impedir la tramitación de los Presupuestos fundamentados en el incumplimiento de la regla de gasto. «Esperamos a ver qué hace el Gobierno», afirmó el dirigente del partido naranja ayer a su llegada al Congreso poco antes de participar en la sesión de control al Ejecutivo. Este posible bloqueo en la Mesa a las cuentas presentadas por Sánchez cobra todavía más fuerza con las palabras pronunciadas recientemente por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, quien en un encuentro con periodistas afirmó que su formación haría todo «lo parlamentariamente posible» para tumbar unos Presupuestos en los que no confían.

Una campaña electoral «larga»

Este enfrentamiento entre Sánchez y las principales fuerzas de la oposición volvió a evidenciarse ayer en la sesión de control. El presidente de C’s, Albert Rivera, acusó al jefe del Ejecutivo de haber trasladado a Bruselas un borrador de las cuentas que en realidad resulta «un fake, un fraude o papel mojado», porque la Cámara no ha dado el visto bueno a la senda de déficit del 1,8 % que aparece en el documento.

Casado también afeó ayer en el Congreso a Sánchez su proyecto presupuestario. Al poco de concluir su intervención, algo atropellada, al mezclar demasiados temas, se subió a un avión rumbo a Bruselas para alertar a sus colegas del PP europeo de que la única intención de Sánchez con estas cuentas es «financiar una campaña electoral larga a dos años» a costa de incumplir el déficit, como en su día hizo José Luis Rodríguez Zapatero.