Las asociaciones de autismo ganan la batalla del MMS

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

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Análisis sobre el falso producto milagroso

23 oct 2018 . Actualizado a las 08:30 h.

Cáncer, hepatitis, sida, malaria autismo... El MMS vale para tratar casi cualquier enfermedad. Es como el bálsamo de fierabrás, la poción mágica aparecida en El Quijote que lo curaba todo. Solo que en ambos casos no existe nada igual en la realidad. Es pura ficción. O, siendo menos benévolos, un embuste, un timo, un producto incluso peligroso para la salud que está prohibido por la Agencia Española del Medicamento desde el 2010, pero que, aun así, se sigue comercializando y promocionando.

El clorito de sodio, una lejía industrial que se utiliza para blanquear el papel, seguía campando a sus anchas mezclada con agua como solución milagrosa, hasta que recientemente se empezaron a organizar charlas para promocionarlo contra el autismo. Fue entonces cuando varias asociaciones dijeron basta y decidieron denunciarlo. Primero actuó la Generalitat de Cataluña, que abrió un expediente sancionador a los promotores de las conferencias, entre ellos al conocido agricultor Josep Pàmies. Y hace unos días lo hizo el Ministerio de Sanidad, que dio instrucciones a la Fiscalía para que actúe contra Josep Pàmies como ideólogo del uso del clorito de sodio, comercializado como MMS, para la cura del autismo.

Tanto el Comité para la Promoción y Apoyo de las Niñas y Mujeres Autistas (Cepama), como la Confederación Asperger España y la Confederación Española de Autismo expresó su satisfacción por el «hito conseguido», a la vez que confía en que se desarrollen las medidas legislativas y administrativas necesarias para impedir que «casos como el denunciado vuelvan a repetirse».

«En el caso del autismo es mucho más grave, porque el objetivo de la supuesta solución milagrosa son niños y personas con discapacidad intelectual, lo que es algo intolerable y que debería haber obligado a la fiscalía de menores a actuar de oficio. Una persona adulta puede tomar el producto para tratar un cáncer. Lo hace por su cuenta y riesgo, pero en el caso de los niños es intolerable y muy peligroso», explica Carmen Molina, coordinadora de Cepama. Las asociaciones que agrupan a las personas con trastorno del espectro autista ya se habían planteado denunciar a Pàmies por su cuenta si las administraciones públicas no reaccionaban, pero lo han hecho y, en principio, no estudian otras medidas. «La comunidad del autismo se congratula de haber ganado la batalla frente a la campaña de descrédito orquestada por los promotores del MMS», destaca el colectivo en un comunicado.

«Aunque no tengamos una sentencia favorable, esperamos que el caso sirva para que la población esté informada y no sea embaucada con tanta facilidad», apunta Molina. Y advierte: «O se toman medidas o estamos indefensos ante este tipo de cosas».