Examen final para Merkel y su Gobierno en las urnas de Hesse

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

DAVID W CERNY | Reuters

Otro mal resultado en los comicios precipitaría una crisis política

27 oct 2018 . Actualizado a las 09:36 h.

Situado en el centrooeste de Alemania, el land de Hesse constituye uno de los principales motores económicos del país. En esta región se encuentra Fráncfort, capital financiera de Alemania y sede del Banco Central Europeo. Con sus 735.000 habitantes, es la ciudad de mayor tamaño de Hesse y en ella se encuentra además uno de los aeropuertos más transitados del planeta.

Con poco más de seis millones de habitantes, Hesse se creó después de la Segunda Guerra Mundial al fusionar varios territorios alemanes de menor tamaño. A día de hoy, a pesar de ser una de las zonas más industrializadas de Alemania, esta región también cuenta con grandes zonas boscosas que forman parte de parques naturales de gran riqueza natural. Entre sus ciudadanos ilustres destacan el literato Goethe (1749-1832) y los hermanos Grimm. También es oriundo de Hesse el cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1, Sebastian Vettel.

Sin apenas tiempo para recuperarse de los malos resultados cosechados en Baviera hace dos semanas, la canciller Angela Merkel afronta mañana en ese bucólico estado unas nuevas elecciones regionales en Alemania que amenazan con hacer tambalear el Gobierno de coalición en Berlín.

Cambio de protagonistas

De confirmarse los datos de las últimas encuestas, los dos grandes partidos que integran el Ejecutivo alemán, conservadores y socialdemócratas, sumarán este fin de semana una nueva debacle que agudizaría la agonía que sufren desde hace meses.

«No puede ser que todos los comicios en estados federados se conviertan en pequeñas elecciones generales. Eso es un error», recalcó la mandataria en un último intento de desvincularse de un revés para su partido, que pese a que previsiblemente se mantendrá como el más votado, perderá muchos apoyos de los 4,38 millones de ciudadanos llamados a las urnas y, casi con seguridad, el gobierno regional.

Ese descalabro electoral situaría a la canciller en el foco de cara al congreso federal que su partido celebrará a principios de diciembre y donde ella deberá ser reelegida como líder conservadora. Merkel siempre ha unido la presidencia del partido con su cargo al frente de la Cancillería.

Además, los malos resultados darían fuerza a las voces críticas del SPD que reclaman el fin del Gobierno de coalición en Berlín so pretexto de que esta es una constelación que los ciudadanos rechazan. La crisis política llama a la puerta de los dos grandes.