Un año después de la aplicación del 155, la unidad constitucionalista está muerta

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

Susanna Sáez | efe

PP, PSOE y Ciudadanos, están más divididos que nunca ante el desafío secesionista

28 oct 2018 . Actualizado a las 09:46 h.

La declaración de independencia unilateral formulada en el Parlamento catalán el 27 de octubre del 2017 por el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, abrió una crisis política sin precedentes, pero forjó también lo que parecía un sólido frente de los tres partidos constitucionalistas. PP, PSOE y Ciudadanos respondieron de forma unánime a ese desafío aprobando la aplicación, por primer vez en democracia, del artículo 155 de la Constitución, que condujo a la destitución de todo el Gobierno de la Generalitat y a la intervención de facto de la autonomía.

Un año después de esa histórica decisión, aunque los principales líderes del procés están encausados o huidos de la Justicia, no queda nada de esa unidad entre los partidos constitucionalistas. Pese a que los tres defienden la unidad de España, sus discursos están ahora muy alejados y entre ellos se aprecian más matices que nunca. El triunfo de Ciudadanos en las elecciones catalanas convocadas por Rajoy para el 21 de diciembre del 2017, el fracaso del PP en aquellos comicios y el posterior vuelco político en el Gobierno de España tras la moción de censura presentada por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, son las tres claves que explican la ruptura de ese frente.

Las divergencias comenzaron en mayo, con Rajoy todavía en el Gobierno, cuando el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció en el Congreso que retiraba su apoyo al Ejecutivo en la aplicación del artículo 155 en Cataluña por entender que el Gobierno estaba haciendo una «dejación de funciones» al permitir que se siguieran produciendo hechos contrarios a la Constitución en Cataluña sin tratar de impedirlo.

Giro de Casado y Sánchez

«Hasta aquí hemos llegado», le espetó Rivera a un Rajoy que respondió tachándole de «aprovechategui». «Le pido que se comporte usted como se está comportando el PSOE en el tema de Cataluña», llegó a decir el líder del PP, que recibió entonces el respaldo de Pedro Sánchez, con el que coincidió en ver un intento de Rivera de aprovechar electoralmente la crisis en Cataluña.

Pero solo un mes después, se produjo un giro radical. Tras la sentencia del caso Gürtel, que condenaba al PP como partícipe a título lucrativo, Rivera dio por «liquidada» la legislatura y exigió la convocatoria de elecciones bajo amenaza de dejar al Gobierno de Rajoy en minoría. Sánchez, sin embargo, aprovechó esa coyuntura para responder con la audaz maniobra de presentar una moción ce censura que, contra pronóstico, le convirtió en presidente con el apoyo de los partidos independentistas.

A partir de ahí, la ruptura del frente constitucionalista ha sido total. La sustitución de Rajoy por Pablo Casado en el PP ha llevado a que los populares y Ciudadanos compitan por ocupar la posición de mayor firmeza frente a los independentistas, lo que ha derivado en un endurecimiento progresivo de sus discursos. Y el hecho de que el Gobierno de Sánchez dependa de los votos de los secesionistas ha generado un giro en el discurso del PSOE, que ya no comparte esa posición de máxima firmeza contra los independentistas. Al contrario que hace cinco meses, cuestiona ahora que hubiera un delito de rebelión. Y la acusación de Casado al líder del PSOE de ser «partícipe y responsable» del golpe independentista ha supuesto el acta de defunción definitiva de lo que un día fue un frente de los constitucionalistas frente al secesionismo.

Errejón afirma que Rivera, Casado y Vox son «una hidra de tres cabezas»

El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, Íñigo Errejón, aseguró ayer que Vox «viene a amontonarse» a las opciones «instaladas en la crispación» que son Ciudadanos y PP, los cuales, según afirmó, comparten el ideario del partido de extrema derecha pero no lo manifiestan abiertamente, y forman «la coalición del enfado» que promueve el «incendio de España». Vox dice «lo mismo que piensa el PP y lo mismo que piensa Ciudadanos», señaló, aunque, según subrayó, «las encuestas dan más estimación de voto al Partido Animalista». Afirmó que la claridad de Vox «hace más fácil la discusión política», pese a que es una «opción redundante». «En España tenemos una hidra que se llama Aznar, que tiene tres cabezas: Rivera, Vox y Casado, y esa hidra está haciendo por incendiar la convivencia en nuestro país», concluyó Errejón.

Rivera acusa a Pedro Sánchez de ser «el abogado de los que quieren liquidar el Estado»

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, acusó ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de haberse convertido en «abogado defensor de los que quieren liquidar al Estado». Durante un acto en Reus (Tarragona) en defensa de «la libertad y la democracia» junto a la cabeza de lista por Cataluña, Inés Arrimadas, reprochó a Sánchez su cambio de opinión, al negar ahora, cuando antes lo defendía, que durante el procés se cometió un delito de rebelión. «¿Por qué hoy, siendo presidente de un Ejecutivo, se atreve a subir a la tribuna de un Congreso e intentar interferir en la labor de los fiscales y los jueces?», se preguntó refiriéndose a la intervención del presidente ante la Cámara negando el delito de rebelión. Según Rivera, este cambio se debe al «pacto de la cárcel» entre Pablo Iglesias y Oriol Junqueras para que ERC apoye los Presupuestos. Un acuerdo que, según precisó el líder de Ciudadanos, también incluiría el indulto a los presos si se produce la condena. Rivera afirmó que Ciudadanos se ha colado en la crisis catalana en el «lado correcto de la historia». «Hoy, decir no a los indultos y sí a la justicia es estar en el lado correcto de la historia; hoy defender a los catalanes que no son separatistas y que quieren ser españoles es estar en el lado correcto de la historia», insistió.