Un Congreso y un Senado profundamente divididos auguran una legislatura complicada en Brasil

M. P. BRASILIA / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

29 oct 2018 . Actualizado a las 07:59 h.

La incertidumbre electoral de las últimas horas de campaña, dando emoción a un resultado que parecía claro una semana atrás, se trasladará enseguida a la gestión del próximo presidente en la Cámara de Diputados y en el Senado brasileños. Porque el líder de la república tendrá que pasar sus propuestas de leyes en el parlamento más fragmentado de la historia. Hasta 30 formaciones ocuparán alguno de los 513 escaños de la Cámara. 

Y ningún escenario ofrece certezas. El PT es el que más representación tiene, a pesar de todos los reveses electorales y judiciales en los dos últimos años. Sus 57 diputados superan a los 51 del partido de Bolsonaro, el PSL, una formación hasta ahora intrascendente que en la anterior legislatura solo tenía un representante. A partir de ahí, un maremagno de siglas y de sensibilidades, en ocasiones transversales, como los llamados ruralistas, los evangelistas de diferente signo, la llamada bancada da bala con lobistas de las armas, y un largo y variado etcétera.

Aunque el cariz mayoritariamente conservador del parlamento parece facilitar el trabajo de Bolsonaro si llega a la presidencia, nada es seguro, como pudo comprobar el mandatario saliente Michel Temer, que sudó tinta para engrasar sus polémicas reformas económicas.

Lo mismo ocurre en el Senado, donde la ola Bolsonaro ha provocado la elección de muchos senadores de pasado discreto y escasa fama. Pero en un país donde los votos se negocian con dinero de manera pública, ningún apoyo está asegurado. El llamado centrão, una amalgama de varios de esos pequeños partidos en el Congreso, había prometido durante la campaña presidencial su apoyo al conservador Geraldo Alckmin antes de virar más aún a la derecha. Sea como fuere, Bolsonaro cuenta con una ventaja: la presencia de sus hijos Flávio y Eduardo en ambas cámaras. Qué mejores hombres de confianza para negociar con el cuchillo entre los dientes que tus hijos.