Bruselas se levanta en armas contra los presupuestos populistas de Italia

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro LA VOZ / BRUSELAS

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FETHI BELAID | afp

Concede al gobierno de Conte dos semanas para rectificar antes de iniciar los trámites para sancionar al país

31 oct 2018 . Actualizado a las 22:35 h.

La Comisión Europea no se quedará de brazos cruzados mientras el Gobierno italiano persiste en su pulso contra la UE. La actitud desafiante del Ejecutivo populista de Giuseppe Conte, empeñado en sacar adelante unos presupuestos expansivos para el 2019, los cuales rebasan todos los límites de lo razonable, chocó este miércoles de frente con el muro de hormigón de Bruselas. Consciente de que no puede forzar a Roma a presentar otras cuentas, más realistas y modestas, el equipo de Jean Claude Juncker anunció que está preparando la artillería para abrir un expediente sancionador al país por negarse a meter en vereda su astronómica deuda (131 % del PIB). El primer paso ya lo ha dado, pidiendo explicaciones por carta.

Bruselas no quiere que la sangre llegue al río. No lo hizo el pasado mes de mayo, cuando envió otra misiva y amagó con activar el botón nuclear que puede desembocar en última instancia en la congelación de los fondos europeos. En esta ocasión, sus servicios han concedido dos semanas más a Conte para que dé un paso atrás y se ciña a los compromisos adquiridos de reducción de déficit y deuda. «Tienen hasta el 13 de noviembre para remitirnos un nuevo borrador del plan», insistió este miércoles el portavoz comunitario, Christian Spahr.

La atmósfera en los cuarteles de la Comisión es de pesimismo. El Ministerio de Economía italiano apenas no se ha movido un ápice de su hoja de ruta después de que el pasado 23 de octubre Bruselas tumbase los bautizados como «presupuestos del pueblo», idea de los dos partidos de la coalición de gobierno, la Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas. El déficit del 2,4 % y la relajación estructural prevista son un peligro de primer orden para la UE. «Una deuda pública tan alta restringe el margen de maniobra del gobierno para las inversiones (...) Dado el tamaño de la economía italiana, es una fuente de preocupación común en la eurozona», explica la Comisión en la carta remitida al Director General del Tesoro italiano, Alessandro Rivera.

Los mercados han aumentado la presión sobre Italia, a la que ahora le cuesta mucho más poder financiarse. Las señales que emite el gobierno de Conte con sus presupuestos populistas no generan confianza. A Bruselas le parecen lógicos estos movimientos de estampida entre los inversores: «Existe el riesgo de un seria desviación e incumplimiento», explican. Y lo más preocupante es que Conte parece ignorar las alarmas, obnubilado por la satisfacción de su electorado. Roma esconde que lo que es pan para hoy, se convertirá mañana en hambre y dolorosos sacrificios.

España se desmarca

El Ejecutivo de Pedro Sánchez quiere que Roma «cumpla las reglas» y trata de evitar cualquier comparación que precipite un efecto contagio. «Estamos en las antípodas», defienden fuentes del Ministerio de Economía antes de asegurar que Madrid mantiene un «compromiso fuerte» con la estabilidad presupuestaria. «Los mercados hasta ahora han sabido discriminarlo y creemos que seguirá siendo así», celebran.

La actitud de ambos gobiernos es radicalmente diferente, por eso Bruselas ha decidido mostrarse «menos exigente» con España y más dura con Italia. El coqueteo del gobierno italiano con las fuerzas eurófobas y ultraderechistas de la UE decantó la decisión de la Comisión, donde se teme que la deslealtad de Roma sea un elemento que pueda distorsionar las negociaciones para culminar la Unión Bancaria. Alemania siempre se mostró reacia a compartir riesgos aludiendo a la falta de responsabilidad de algunos gobiernos del sur. Y Conte parece haber cargado a Berlín con argumentos para paralizar las obras.