«Arde Madrid»: Los excesos de Ava Gardner en la España franquista

Abel L. Martínez REDACCIÓN

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Movistar + estrena la serie de Paco León sobre los años que vivió la diva de Hollywood en Madrid

09 nov 2018 . Actualizado a las 09:55 h.

Dicen que ella era capaz de beberse lo inimaginable. Sus noches en la coctelería Chicote eran interminables e imprevisibles. En las fiestas en su casa pasaba de todo. Y cuentan que incluso le prohibieron la entrada en el hotel Ritz. La tempestuosa vida de Ava Gardner en Madrid, donde vivió durante unos años y, según cuentan, dándose a todos los excesos, ha servido de pretexto a Paco León para retratar la España de la década de los 60. Eso sí, en tono de comedia. Arde Madrid, serie de ocho capítulos de media hora que estrena este jueves Movistar +, muestra la realidad detrás del mito y el contraste entre la vida de la diva de Hollywood y la España gris de aquel entonces, sumergida en el franquismo.

Ese dúplex en el número 11 de la calle Doctor Arce era otro mundo. Paco León y la guionista Anna R. Costa, pareja en la vida real, tiraron del hilo de una simple anécdota para soñar con esta serie. Cuentan que Ava Gardner, siendo vecina del general exiliado Juan Domingo Perón, le gritaba desde su balcón insultos como «¡Perón, cabrón!, ¡Perón, maricón!» mientras este estudiaba su discurso de vuelta a Argentina como presidente. La historia les gustó tanto que empezaron a investigar sobre la vida de Gardner en Madrid, donde vivió de forma intermitente entre 1952 y 1967. 

La actriz vino a Madrid por primera vez para rodar Pandora y el holandés errante. Le gustó tanto que decidió volver y quedarse. «Le encantaba que no hubiese paparazzis, el sol, y el sol y sombra para desayunar», bromeaba Costa en una entrevista con la agencia Efe. A eso hay que añadir que pasaba por una época de crisis. «Estaba quemada de la Metro, tenía un contrato que la obligaba a hacer las películas que tocaban y empezaba a tener una edad complicada, le daban los papeles buenos a actrices más jóvenes y las clásicas tenían que conformarse con papeles mas secundones»,recuerda la guionista.

En Madrid vivió intensamente. Hizo todo lo que el franquismo no dejaba hacer a las mujeres de la época. Ava se tomó la igualdad de antemano y decidía qué hacer. De hecho, hay tantas anécdotas sobre las fiestas, el alcohol, el sexo y el desenfreno continuo en que vivía la protagonista de La condesa descalza en Madrid, que los creadores de la serie han intentado desmitificarlo un poco. «Hemos tenido que huir del anecdotario porque hay mucha leyenda y pocos testimonios gráficos», explicaba León a la agencia Efe. Y ponía un ejemplo: «Mi personaje en el primer capítulo se da un revolcón con ella que seguramente fue como el de la mayoría de la gente que dice que se acostó con ella, un magreo de borracho y ya».

La mujer y el sexo en la España franquista, la censura, las tremendas desigualdades sociales o la discriminación son algunos de los escabrosos temas que 'Arde Madrid' aborda siempre en clave de comedia. «El efecto que tuvo el huracán Ava en medio de una dictadura con un analfabetismo sexual tan grande, cuando de repente llega la mujer más libre del mundo... Ese contrate entre protagonistas nos daba pie para hacer una metáfora del país», contaba Paco León a la agencia Efe. Su romance con el torero Luis Miguel Dominguín ante los celos de su pareja Frank Sinatra y sus fiestas con folclóricas españolas como Carmen Sevilla o Lola Flores se reflejan en una serie que se atreve con una peculiar combinación: el género de comedia y el blanco y negro. Y además lo hace desde una perspectiva diferente. No es un biopic al uso. Los verdaderos protagonistas de esta historia son los criados. La historia de Arde Madrid se cuenta desde la visión de los que forman el servicio doméstico: Inma Cuesta (Ana Mari), Anna Castillo (Pilar), Julián Villagrán (Floren) y el propio Paco León (Manolo). Ellos se cuelan en casa de Gardner para mostrar los dos universos de la España de aquel momento: el pueblo raso que vivía en la miseria, con problemas económicos, sin acceso a la cultura ni a la información, y los ricos y los artistas en un polo totalmente opuesto.

Arde Madrid es una apuesta arriesgada. Por la propia idea, que Paco León y Anna R. Costa llevan desarrollando casi cinco años, pero también por la manera de contarla y por su estética. Querían que fuese un producto propio, pero al mismo tiempo universal. «Que nosotros sepamos aún no se ha hecho ninguna serie en blanco y negro en el extranjero y queríamos ser los primeros», explicaba Paco León tras mostrar el resultado en San Sebastián. «Diferenciarnos era una necesidad en un momento en que está empezando a haber una saturación de productos y series en la televisión de pago. Y queríamos tener carácter», añadía. El blanco y negro fue su respuesta. «Estéticamente era además lo que mejor nos transportaba a esa época y a todos esos referentes cinematográficos a los que nos queríamos parecer, como Berlanga o el neorralismo italiano», explica. Pero también fue un hándicap. El costoso rodase hizo que en un primer momento les costara colocar la serie en Movistar, después de que la platafoma Netflix la rechazase.

Tras un largo proceso de documentación que incluyó numerosas lecturas y entrevistas, uno de los principales retos radicaba en la elección de la actriz que se atreviera a encarnar a Ava Gardner.  Al final se decantaron por la estadounidense Debi Mazar, cuyo parecido físico fue incluso reconocido por Sinatra, ex marido de Gardner, según asegura la actriz. Paco León la eligió por encima del resto de propuestas después de encontrarla en Instagram y gracias a Rosi de Palma. Hubo algo determinante: «solo ella era capaz de mantener la sensualidad después del vómito».

«Debi tiene ese glamur natural de las antiguas actrices de Hollywood, pero lo más importante para encarnar a Ava es que tiene noche», asegura Paco León.  Y es que Mazar comenzó su carrera como corista en los vídeoclips de su amiga Madonna, para trabajar después como actriz de reparto en películas como Balas sobre Broadway de Woody Allen, Cosas que nunca te dije de Isabel Coixet o Uno de los nuestros de Scorsese, y en series como El Séquito y Younger.

«Tengo miedo de ser comparada sólo por mi aspecto, porque yo soy más gordita y más baja que Ava, pero en realidad no me importa porque sólo hay una Ava y sólo una Debi. Lo importante es contar una historia que mucha gente no conoce sobre ella, que era una intelectual que viajó y a la que le encantaba la cultura y que también tuvo sus miedos», dice la actriz norteamericana. Del 'animal más bello del mundo', a quien ha sido «un honor» interpretar, destaca «su libertad, su pasión, su amor por el baile, por beber y bailar» y cómo desplegó una libertad sexual que «despertó conciencias en España». Y de la serie que es «comedia y tragedia, tiene un alma profunda, cuenta una historia, es increíblemente cinematográfica, tiene un gran trabajo actoral y es muy divertida», además de algo «nunca visto antes en televisión».

En la serie también aparecerán personajes famosos de la época como Lola Flores, Alain Griffith, Carmen Sevilla, Samuel Bronston, Charlton Heston, Lucía Bosé o Ricardo Sicre.  De hecho, en una de los capítulos se recrea el famoso bautizo de Antonio Flores, en el que Elena Furiase da vida a la «tata» de su madre y Eugenia Martínez de Irujo, a la duquesa de Alba. «Se lo pasó muy bien, estaba muy a favor, sorprendida de su parecido físico con su madre al verse caracterizada, se emocionó mucho. Sólo tenía que estar ahí y pasarlo bien y nos consta que se lo pasó bien», cuentan los promotores de la serie. 

Las expectativas de Arde Madrid son tan buenas que Paco León y Anna R. Costa ya no ocultan que están trabajando con Movistar+ para que la serie tenga una segunda temporada. Y material no falta. Fueron casi trece años los que la actriz vivió en la capital española huyendo del ruido mediático de Hollywood. Y una sola noche en la casa de Ava Gardner ya daría para un par de capítulos.