Cinco alemanes, a prisión por violar en grupo a seis menores

p. baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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Matthias Oesterle | dpa

Simulaban una cita y luego la llevaban a un lugar donde le esperaban los otros cuatro para violarla

27 nov 2018 . Actualizado a las 08:08 h.

Cada día un hombre intenta matar a su mujer o expareja en Alemania. Según el último informe publicado por la Oficina Federal de Investigaciones Criminales, solo el año pasado murieron 147 alemanas a causa de la violencia doméstica. Una penitencia que sufrieron en carne propia casi 140.000 personas en 2017, más del 80 % eran mujeres. A ello hay que sumarle los miles de casos de violación, abuso y acoso sexual que se registran cada año en la primera potencia europea, más de la mitad de ellos cometidos por ciudadanos germanos y no inmigrantes, como muchos creen.

Dadas estas cifras, que sacan los colores a las autoridades, no es de extrañar que la justicia alemana decidiera enviar una señal precisamente un día después de la jornada internacional contra la violencia de género. El Tribunal Regional de Essen, ubicado en el oeste del país, condenó ayer a penas de entre tres años y nueve meses y seis años y tres meses de prisión a cinco jóvenes acusados de haber violado en grupo a varias chicas entre 2016 y 2018.

«Métodos pérfidos»

La corte halló culpables de abusos sexuales, lesiones graves y violación a los imputados, que son de nacionalidad germana y tienen entre 17 y 24 años de edad. Sus víctimas fueron seis estudiantes que habían cumplido los 16 en el momento de la agresión. De acuerdo con la Fiscalía, los chicos empleaban «métodos pérfidos» para aprovecharse de las adolescentes. Según ha trascendido, uno de los cinco, que estaban afincados en tres ciudades distintas del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, se citaba con una de las jóvenes y le hacía creer que era un encuentro a solas. Una vez allí, la obligaba a subir a su coche y la llevaba a un lugar donde esperaban el resto de ellos para violarla. Seleccionaban a sus víctimas previamente a través de Instagram, mientras que compartían opiniones y cerraban los detalles de las citas a través dos chats de WhatsApp, en los que se hacían llamar «escorpiones» y «arañas».

En varias ocasiones incluso utilizaron la excusa de que necesitaban el teléfono móvil de la muchacha para hacer una llamada, con el fin de robárselo y evitar así que esta pidiera ayuda al percatarse de lo que ocurría.

«Fueron actos atroces», reza la sentencia. Durante el juicio, que se celebró a puerta cerrada dado que dos de los agresores y algunas de sus víctimas aún son menores, tres de los acusados se declararon culpables. El fallo recoge un total de siete denuncias por violación, aunque los investigadores creen que el número fue mayor y las víctimas no informaron a las autoridades por vergüenza.