Ir a repostar y salir con una barra de pan y un contrato de luz y gas

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

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PEPA LOSADA

Repsol se sirve de su extensa red de gasolineras para comercializar estos servicios

27 nov 2018 . Actualizado a las 11:11 h.

El grupo Repsol aspira a desprenderse de esa etiqueta que durante años lo ha acompañado como compañía petrolera y titular de la mayor red de gasolineras de España. Quiere mostrar su nueva imagen de proveedor multienergía, sobre todo después de haberse reforzado en el sector eléctrico con la reciente adquisición de la compañía Viesgo.

Para ello, por primera vez entra de lleno en el negocio de la comercialización de gas y electricidad, entre otros segmentos estratégicos, y lo hace con un horizonte claro: alcanzar los 2,5 millones de clientes en España en el negocio minorista de estas dos energías de aquí al 2025. O lo que es lo mismo, incrementar del 2 % actual al 5 % su cuota de mercado.

¿Cómo lo conseguirá? Pues con cierta ventaja respecto a sus más inmediatos competidores, algunos de ellos con mucha tradición y experiencia en el mercado. La filial Repsol Electricidad y Gas, con sede en Cantabria, utilizará las 3.400 estaciones de servicio que tiene el grupo por todo el país para ofrecer a sus clientes la posibilidad de contratar el servicio de gas y electricidad en el domicilio, en una empresa, en una segunda residencia...

Captura de clientes

La oportunidad no es menor si se tiene en cuenta que por esos puntos de venta pasan a diario alrededor de un millón de clientes para repostar. Se traduce en «un millón de posibles contactos-clientes cara a cara, no por teléfono ni por medio de una máquina», explican desde la empresa.

Una oportunidad que cobra un especial valor justo cuando se ha prohibido la venta de luz con comerciales puerta a puerta en el segmento doméstico y las eléctricas se han visto obligadas a buscan nuevas fórmulas para ganar negocio. En España más de 500 comercializadoras operaban por este sistema de visitas, algunas incluso subcontratadas por las grandes compañías, que ahora tienen que abandonar este sistema.

Pues Repsol no necesita ir en busca del cliente, le llega directamente a su puerta, a lo que la compañía denomina sus locales multiservicio. Las estaciones ya no son solo gasolineras. «Son uno de nuestros principales puntos de contacto con nuestros usuarios», afirman. Lo más habitual es detenerse para repostar, pero Repsol ha ido convirtiendo estos escenarios en centros de venta de todo aquello que el consumidor necesita. Desde taquillas para recoger paquetería de compras por Internet o productos con denominación de origen hasta lavanderías de ropa o incluso pequeños supermercados.

Porque ¿cuántas empresas dedicadas al consumo tienen 3.400 puntos de venta en España?, destacan desde la empresa: muy pocas o ninguna. «Somos el primer panadero de España y no nos dedicamos a hacer pan. Vendemos todo aquello que la gente precise», apunta Repsol.

Y en el área energética, también aspiran a servir de escaparate para completar toda la oferta y poner a disposición de los usuarios todos los suministros posibles: carburantes, butano, propano, puntos de recarga eléctrica o autogás. Es la filosofía de la compañía, que ahora añade la posibilidad de contratar servicios de luz y gas para uso doméstico y empresarial.