Sus científicos están convencidos de que los efectos del cambio climático se sentirán en España con especial gravedad: aumentos de enfermedades, olas de incendios y fenómenos meteorológicos extremos
29 nov 2018 . Actualizado a las 15:52 h.A las puertas de la cumbre sobre el cambio climático que se celebrará en la localidad polaca de Katowice, que arranca este domingo, la información sobre las gravísimas consecuencias del calentamiento global se multiplica. Ayer fue Greenpeace quien pidió encarecidamente ayuda al Gobierno español dado que, según opinan sus científicos, los efectos de ese cambio se sentirán en España con especial gravedad. Recordaron los activistas algunas evidencias que, efectivamente, deberían hacernos reflexionar: los efectos en la línea de costa del aumento del nivel del mar, que afectarán notablemente al turismo y configurarán de un modo diferente la ribera de la península ibérica, con especial incidencia en los cientos de kilómetros que dibujan el perímetro de las rías gallegas.
También se refirió Greenpeace al aumento de varias enfermedades, que van desde las alergias a otras propias de latitudes tropicales, que cada vez afectan a un mayor número de personas que viven en España. O al fenómeno de la desertización, beneficiado por el incremento de las olas de incendios en temporadas que hasta ahora no eran las habituales. Los fenómenos meteorológicos extremos también serán consecuencias indeseables de este calentamiento global.
Frente a este panorama, la organización conservacionista reclama al Gobierno español que dé un paso al frente en Katowice y aumente y adelante sus compromisos en cuanto a la emisión de gases y el uso de energías renovables. Concretamente, piden al Ejecutivo español que cierre sus centrales nucleares antes del 2025, que el sistema eléctrico esté formado en exclusiva por energías renovables antes del 2030 y que la frontera de las emisiones netas cero se adelante hasta el año 2040.
Lo cierto es que la cumbre de Katowice se va a celebrar bajo la sombra del escepticismo. La tibia posición de algunos países frente a la amenaza global del calentamiento es una de las causas de las flojas expectativas que planean sobre la cumbre polaca. De hecho, en una encuesta a nivel europeo cuyos resultados fueron dados a conocer ayer, más de tres cuartas partes de los entrevistados consideran que la lucha contra el cambio climático perjudicará a la economía. Y sus consecuencias también, ya que el 51 % opina que el calentamiento global repercutirá en su bolsillo con el aumento del precio de los seguros, los costes energéticos o los fiscales. En cualquier caso, en esta encuesta efectuada en toda Europa por el Banco Europeo de Inversiones los españoles se encuentran entre el colectivo más optimista. Así están las cosas en Europa.