El patriarca de una dinastía política

aDRIANA rEY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Bush selló con Gorbachov el fin de la Guerra Fría
Bush selló con Gorbachov el fin de la Guerra Fría ANDREAS ALTWEIN

Fue el presidente que selló el fin de la Guerra Fría y lanzó el primer ataque a Irak

02 dic 2018 . Actualizado a las 12:19 h.

A lo largo de sus 94 años, George H.W. Bush lo fue casi todo en política. Piloto de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, congresista por Texas, embajador en la ONU y en China, director de la CIA, vicepresidente de Ronald Reagan y presidente de EE.UU. entre 1989 y 1993. Ocho años después de su mandato fue testigo de cómo su hijo George W. Bush se convirtió en el mandatario número 43. Con este patriarca de una dinastía política se acaba la era de un Partido Republicano irreconocible desde la llegada de Donald Trump.

George Herbert Walker Bush falleció ayer en Texas de párkinson, siete meses después de su esposa. Lo sobreviven cinco hijos, 17 nietos, ocho bisnietos y dos hermanos. Nacido en 1924 en Milton (Massachusetts), Bush permaneció en su estado natal hasta que el ataque de los japoneses a Pearl Harbor en 1941 le impulsó a alistarse en el Ejército. Fue entonces cuando participó en varias batallas en el Pacífico como piloto de escuadrón. Su avión cayó derribado en 1944, pero sobrevivió y fue rescatado, lo que le valió una condecoración militar. Después se graduó en la Universidad de Yale y se casó con su entonces novia Barbara.

Solo un mandato

La popularidad de Bush creció como la espuma tras el éxito en la Guerra del Golfo en 1991, para evaporarse después de una profunda recesión económica que provocó su fracaso a la hora de salir reelegido para un segundo mandato frente al demócrata Bill Clinton. Para la historia quedó su frase «lee mis labios, no habrá nuevos impuestos» en la Convención Republicana de 1988, que incumplió dos años después cuando el país arrastraba un profundo déficit presupuestario. Bush estuvo en el poder durante la caída de la Unión Soviética, invadió Panamá para derrocar a Manuel Noriega y también Irak cuando el dictador iraquí Sadam Huseín anexionó Kuwait. «No permitiremos esta agresión hacia Kuwait», aseveró. El republicano lideró el fin de la Guerra Fría y firmó con el entonces líder soviético Mijaíl Gorbachov el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas para limitar el número de misiles nucleares.

Su biógrafo Joe Meacham recordó su presidencia con cierta nostalgia y reveló que Bush lloró en un hospital de Polonia al ver a un niño con leucemia, la misma enfermedad que se llevó a su hija Robin con tan solo tres años. «No tenía el glamur de John Kennedy ni la presencia escénica de Reagan, pero se hacía amigo de casi todas las personas que conocía», contó Meacham. No fue el caso de Donald Trump, a quien Bush calificó de «fanfarrón» guiado por «cierto ego». El republicano de hecho, confesó haber votado por Hillary Clinton en las presidenciales del 2016. «Será recordado por su autenticidad, humor encantador, inquebrantable compromiso con la fe, familia y el país», dijo de él Trump tras confirmar su asistencia al funeral y ordenar que todas las banderas de EE.UU. ondeen a media asta durante 30 días.