Reino Unido podría dar marcha atrás al «brexit» de forma unilateral

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Henry Nicholls | reuters

El abogado del Tribunal de Justicia de la Unión Europea avala el derecho de los británicos a arrepentirse y cambiar de opinión

04 dic 2018 . Actualizado a las 19:37 h.

La UE no solo tiene un botón de eyección para socios insatisfechos con el club (artículo 50 de los Tratados), desde este martes también dispone de una palanca de emergencia para frenar la salida si la jugada no sale como había calculado algún gobierno.

Reino Unido ha sido el primer país en la historia de la UE en activar el mecanismo de retirada y podría ser el primero en accionar esa palanca de freno si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea avala la opinión dictada esta mañana por el abogado General Manuel Sánchez-Bordona, quien sostiene que «el artículo 50 admite la revocación unilateral de la notificación de la intención de retirarse de la Unión», en otras palabras, el Gobierno británico tiene el derecho legítimo y soberano a retractarse y declarar anulado el brexit. Los abogados del Consejo y la Comisión Europea siempre han sostenido que esa posibilidad exigiría la unanimidad de los Veintisiete, de lo contrario se podría abrir la puerta a que otros países miembro utilicen el artículo 50 en el futuro como arma de chantaje para mejorar sus condiciones de membresía. A pesar de la insistencia de los letrados del Gobierno británico y de las instituciones comunitarias, el español ha decidido abrir la temida «Caja de Pandora» y avalar el derecho de los británicos a arrepentirse, cambiar de opinión y revertir la decisión de salir de la UE. Sánchez-Bordona encuentra ilógico que se dificulte la permanencia del país en la familia comunitaria: «No poner obstáculos a la permanencia en la Unión de un Estado miembro que opta por salir de ella, pero que luego cambia de opinión (...) es consonante con el objetivo del desarrollo del proceso de integración», subraya, antes de recordar al TJUE que para dar marcha atrás al brexit, el Gobierno británico deberá someter la decisión al voto de su parlamento y notificarlo formalmente a la UE antes de la fecha de salida: 29 de marzo del 2019.

¿Puede afectar esta opinión al transcurso del brexit? Por completo. May permanece a la espera de que el parlamento británico apruebe el acuerdo de retirada que consiguió pactar sobre la bocina con los Veintisiete. Pero no está claro que consiga los avales necesarios el próximo martes 11 de diciembre. No solo por las reticencias de sus rivales dentro del partido conservador y el rechazo de los eurófobos, quienes consideran que el Tratado de retirada es una capitulación deshonrosa que seguirá manteniendo al Reino Unido sometido a las normas de la UE. Los laboristas, con Jeremy Corbyn a la cabeza, podrían decantar su voto en función de lo que decida el TJUE sobre la posibilidad de revocar el brexit. En este contexto, la opinión del letrado español es una señal positiva para ellos. Si deciden tumbar el acuerdo de May, forzarían a la premier a afrontar un dilema: o empuja a su país hacia un brexit duro o convoca elecciones anticipadas. La tory siempre ha querido evitar el escenario de un divorcio abrupto, todavía más después de analizar los cálculos de los expertos, quienes auguran una caída sin precedentes de la economía británica y una hiperinflación difícil de contener. Si May opta por la segunda vía, los comicios, los británicos tendrían una última oportunidad para revertir la salida. El futuro gobierno estaría a tiempo de activar la palanca de freno, anular el brexit y empezar a negociar de nuevo e incluso, si fuera el caso, convocar un nuevo referendo. ¿Por qué no lo hace la propia May? La premier se niega a dar marcha atrás, independientemente de lo que dicte la justicia europea. Está dispuesta a llevar hasta el final el mandato que dieron los británicos en junio del 2016 con su célebre «brexit significa brexit».