Frente común contra los antivacunas de los ministros de Sanidad de la UE

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

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Quieren que la cobertura de vacunación alcance el 95% en 2020

08 dic 2018 . Actualizado a las 18:41 h.

El movimiento antivacunas pone el riesgo a los sistemas europeos de salud. La advertencia no es nueva, pero ayer la volvieron hacer los ministros de Sanidad de la UE en la reunión que mantuvieron en Bruselas. El resurgimiento de los casos de sarampión en los últimos años, especialmente en Rumanía e Italia, pero también en Francia y Portugal, son un ejemplo. Para revertir la situación y evitar que esta irracional amenaza se extienda, los ministros se han marcado como objetivo adoptar las medidas necesarias para alcanzar una cobertura de vacunación de, como mínimo, el 95 % en el 2020, en particular para el sarampión.

Para alcanzar este reto han puesto la mirada en España. Es el ejemplo, puesto que la vacunación infantil supera ya el 95 % y en algunos casos, dependiendo del tipo de inmunización, sobrepasa el 97 %. Pese a este éxito, la ministra española de Sanidad, María Luis Carcedo, insistió en que no hay que bajar la guardia y pidió para ello la colaboración de los profesionales sanitarios.

«No tenemos en España los problemas que existen ya en otros países europeos, pero aún así consideramos imprescindible acometer planes de comunicación, de concienciación del conjunto de la ciudadanía, pero singularmente de los padres».

En lo que también incidió la ministra es en la necesidad de realizar un mayor esfuerzo en la vacunación de adultos, especialmente en la de la gripe.

El texto de consenso aprobado ayer por los Veintiocho recoge ocho recomendaciones y la primera es desarrollar y aplicar planes de vacunación, tanto a nivel nacional como regional, con el objetivo de incrementar la cobertura en toda la UE y cumplir así con los objetivos marcados por la Organización Mundial de la Salud para el 2020.

También aboga por introducir controles y oportunidades «regulares» de vacunación en todas las etapas de la vida a través de visitas «rutinarias» al sistema primario de salud nacional y por facilitar el acceso de los servicios sanitarios a los más vulnerables.