Sigue habiendo ofertas de trabajo indecentes

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MARIA PEDREDA

10 dic 2018 . Actualizado a las 09:31 h.

La Constitución española durante sus 40 años de vida viene recogiendo en su capítulo primero (el que hacer referencia a los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos) que «todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo». Se trata del artículo 35, en el que se especifica también que «la ley regulará un estatuto de los trabajadores».

Hay que entender que el trabajo digno es un derecho fundamental que nos atañe a todos los españoles. Parece lógico pensar que debe de ser lo suficientemente importante como para que siga plasmado en la Carta Magna, que fue reformada hasta en dos ocasiones. Pese a ello, la realidad se empecina en demostrar que hay más de tres millones de personas que están en edad de trabajar, quieren hacerlo, pero no pueden. Esta realidad coexiste con el hecho de que se publicitan ofertas de trabajos miserables.

Este mismo fin de semana rastreando por los buscadores más relevantes encuentro algunos ejemplos: promotor para realizar una acción en un establecimiento comercial situado en una importante ciudad del sur de España. El contrato laboral es de dos días en horario de 10 a 14 horas y de 17 a 20.30. El sueldo: 6,5 euros brutos la hora, a los que se suman 9 euros de desplazamiento y 7 euros de dieta. En total: 58 euros brutos. Como son brutos el interesado debe de descontar lo que tiene que abonar a la Seguridad Social y demás.

Si 6,5 euros la hora parece mucho, aún hay empresas que ofrecen menos: 5,66 euros brutos. Se requiere agilidad, experiencia en trabajos de etiquetado y manipulado, es necesario coche e imprescindible «contar con disponibilidad de calzado de seguridad, si no pueden acudir a recogerlo a Madrid con antelación». Lo curioso es que ante las personas que se pongan en contacto con la compañía para solicitar más información, en la misma oferta de empleo se expone: «Abstenerse candidaturas que no tengan interés o disponibilidad ni los requisitos o condiciones. La previsión de la campaña no es determinada y dependerá de necesidades y pedidos del cliente. Puede ser de varios días o semanas».

Pregunta: ¿Es normal expresarse en estos términos? Por cierto, para esta oferta se requiere un año de experiencia.

Otra posibilidad para emplearse: 6 euros brutos la hora para trabajar los viernes por la tarde y los sábados todo el día. Es imprescindible tener vehículo propio para desplazarse a los diferentes supermercados y ofrecerles determinados productos. La gasolina no se paga.

Analicemos ahora ofertas para licenciados, por ejemplo en informática. Se les exige saber trabajar con al menos 15 programas, saber inglés, tener vehículo propio, varios años de experiencia en el sector... Y todo por una cantidad de 10.000 euros brutos al año. En otras ocasiones cuando el sueldo se convierte en un sueldazo (informan de un rango de 15.000 y 24.000 euros al año), uno se pregunta qué exigencias incluyen esos 9.000 euros de diferencia. No se sabe.

Alguna razón (o razones) habrá para poder entender por fin que buena parte de las empresas españolas son capaces de ofrecer estos contratos basura y temporales (porque podían ser una cosa o la otra, y así quizá se entendiese mejor lo que sucede). Algún día lo sabremos.