Trucos para que el gordo no salga volando

Marta Otero Torres
Marta Otero REDACCIÓN / LA VOZ

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PILAR CANICOBA

Expertos recomiendan documentar los acuerdos de palabra para compartir lotería

12 dic 2018 . Actualizado a las 10:01 h.

El mayor premio es compartirlo. Pero también puede ser la mayor pesadilla. Expertos jurídicos recuerdan que la lotería toca, y por eso es necesario dejar bien cerrados todos los acuerdos de palabra para compartir un décimo. Nada de «si toca, ya arreglamos».

Compartir por WhatsApp

Guardar las conversaciones. La nueva modalidad es intercambiarse fotos de los décimos por WhatsApp. Melisa Sáez, abogada de ARAG, aconseja en este caso guardar las conversaciones para que, en caso de ser necesario, se pueda «identificar a todos los miembros del grupo del chat, que aparezca el nombre y apellidos de la persona depositaria, que esta haga una captura del número a la perfección (con el número de serie, la fracción, código)...». Además, es importante que en el chat se indique la cantidad de dinero o porcentaje que ha aportado cada persona del grupo por la compra del décimo. Además, si la lotería se compra por Internet, «se debe asegurar que la web sea segura y debe tener, al menos, un nombre o razón social, NIF o CIF del titular, dirección completa, número de teléfono y correo electrónico donde nos podamos dirigir». Hay que conservar los correos electrónicos de confirmación y capturas de pantalla.

Si compartes de palabra

Un documento privado. Si su compañero de trabajo quiere cobrar el décimo que han comprado a medias y no darle su parte, puede incurrir en un delito. Pero para que no haya problemas «lo correcto es efectuar cualquier tipo de acuerdo por escrito», afirma Melisa Sáez. La manera más recomendable es fotocopiar el propio décimo, y que cada persona tenga una copia en la que se identifique por escrito a la persona que lo deposita, los datos del décimo y el porcentaje de aportación de cada uno. Este documento debe estar firmado por todos los que comparten la lotería y puede ser presentado como prueba.

En pareja

¿Mío, tuyo o nuestro? Desde ARAG explican que, en el caso de los matrimonios, si a uno de los dos cónyuges le toca la lotería, el premio se repartirá según el régimen matrimonial. «Si es en régimen de separación de bienes se interpreta que el décimo y su premio es de la persona que ha adquirido el número. Pero si es en régimen de gananciales se traduce en que el boleto pertenece a los dos cónyuges y, por tanto, va a medias».

A la lavadora

¿Y si se ha deteriorado? Si por error mete el décimo en la lavadora o lo rompe confundiéndolo con uno no premiado, la cosa puede tener solución. Depende de lo deteriorado que esté. «Primero se debería informar a través de la solicitud de pagos de premios a Loterías del Estado para que lo autentifiquen. Allí harían pruebas y, en caso de duda, lo llevarían a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para comprobar su autenticidad. Pero todo depende de lo deteriorado que esté para que sea posible hacer una peritación. Si en la Fábrica de Moneda y Timbre lo ven todo correcto, autorizarán el pago del premio sin ningún tipo de problema», aseguran.

Cobro y caducidad

Si le toca, cóbrelo cuanto antes. Nada de meterlo en una caja fuerte mientras piensa qué va a hacer. Si le toca el gordo lo ideal es cobrarlo cuanto antes. «El boleto caduca y, además, dependiendo del importe del premio o de si es una participación se cobra en un lugar u otro. Por tanto, se debe ser muy prudente y no olvidar revisar o ir a cobrar un décimo, ya que pasados los tres meses desde el día siguiente a la fecha del sorteo se pierde el derecho a recibir el dinero. Solo se ampliaría en un día más si el último día del período fuera festivo en la localidad en la que se tramita el pago del décimo afortunado». Piense que el premio no reclamado se lo queda el Estado. Si le han tocado menos de 2.000 euros puede cobrarlos en la misma Administración de Lotería, pero de ahí hacía arriba tendrá que acudir a las entidades financieras concertadas con Loterías y Apuestas del Estado. «En el caso de participaciones -recuerda Sáez-, la cantidad se reclama en la entidad, colegio o lugar donde se hayan comprado».

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